CompartirAdvertise here Érika Reyes, de 34 años de edad, fue el pasado 30 de junio a una clínica de Guarenas, estado Miranda, para someterse una cesárea. A pesar que los exámenes previos indicaban que todo estaba bien, pero murió el 3 de julio por una sepsis multiorgánica. Su esposo, Rubén Carrero, denunció lo ocurrido. El ciudadano precisó que llegaron a la Clínica ABG a las 10 de la mañana; la intervención estaba citada para la 1 de la tarde, pero se realizó a las 2:40 porque el quirófano estaba ocupado. El procedimiento concluyó sin contratiempos y Reyes ingresó a las 5 de la tarde a la sala de recuperación. “El bebé estaba bien y ella también”, dijo Carrero, pero subrayó que Érika sentía fuertes dolores en el área de la intervención.Advertise here Érika Reyes con su hijo, después de la cesárea Carrero se fue del centro de salud a las 7 de la noche y Érika quedó con su madre. Sin embargo, a las 11 de la mañana recibió una llamada de su suegra, quien le alertó sobre los “dolores muy fuertes” que sufría su esposa. Él pensó estaban vinculados a la cesárea. Cédula de Érika Reyes Finalmente, a las 5 de la mañana, tras otra llamada sobre el dolor que sufría Érika, se dirigió al centro de salud. Una vez ahí, se comunicó a las 7 de la mañana con la doctora Janeth Sierralta, quien atendió a Reyes durante todo el embarazo. Continua leyendo Navegación de entradas Bombero prendió la mecha en Maiquetía Carlos Bautista le montaba cachos a María Cuevas, la mató pegandole 3 tiros porque lo descubrió y luego se dió a la fuga