El gobierno de Biden aprobó el envió de un submarino de propulsión nuclear capaz de cargar misiles de crucero Tomahawk junto con la Quinta Flota de Estados Unidos con sede en Bahréin.
La Marina de Estados Unidos desplegó un submarino de propulsión nuclear capaz de transportar 154 misiles de crucero Tomahawk a Medio Oriente a través del Canal de Suez, según reveló un portavoz de las Fuerzas nortemaericanas este sábado. Los Tomahawk, que son lanzados desde barcos o submarinos, pueden alcanzar objetivos de hasta 2.500 kilómetros.
La información revelada por el Pentágono sobre la ubicación del submarino se produjo en medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán, después de que un contratista militar estadounidense fuera asesinado por un ataque con vehículos aéreos no tripulados de fabricación iraní.
El ataque fue llevado a cabo por milicias pro iraníes en una base estadounidense en Siria el mes pasado. Irán ha intensificado la frecuencia de ataques contra las fuerzas estadounidenses en la región en el último tiempo.
El USS Florida llegó a la región antes de transitar por el canal el viernes “para ayudar a garantizar la seguridad y estabilidad marítima regional“, dijo Tim Hawkins, portavoz de la 5ta Flota de la Marina de los Estados Unidos, a Al-Monitor en una entrevista.
El despliegue del Florida “nos ofrece flexibilidad adicional, potencia de fuego, capacidad de supervivencia, preparación y capacidad“, agregó Joe Buccino, portavoz del Comando Central de los Estados Unidos (CENTCOM), también a Al-Monitor.
La 5ta Flota patrulla el estratégico Estrecho de Ormuz, la boca del Golfo Pérsico por la cual transita el 20% del petróleo a nivel mundial. Además, también patrulla el estrecho de Bab el-Mandeb, frente a las costas de Yemen, y el Mar Rojo, que se extiende hasta el Canal de Suez, que une Medio Oriente con el Mar Mediterráneo.
Si bien no vincularon explícitamente el despliegue del submarino con las tensiones con Irán, el anuncio se produce en un momento en el que Estados Unidos está modificando y renovando sus activos activos militares en la región.
La semana pasada, el Pentágono extendió el despliegue de un grupo de ataque de portaaviones liderado por el USS George H. W. Bush en el Mediterráneo para apoyar a las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente, y adelantó que desplegará un escuadrón de aviones de ataque A-10 en la región.
El ataque a la base estadounidense en Siria del mes pasado se llevó a cabo con un avión no tripulado iraní, confirmaron funcionarios de defensa norteamericanos. El presidente Joe Biden autorizó ataques aéreos en represalia contra instalaciones utilizadas por grupos armados y entrenados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) en Siria, acabando con la vida de, al menos, ocho personas.
El Wall Street Journal citó a funcionarios estadounidenses diciendo que tenían información confiable de que Irán estaba planeando más ataques en toda la región en el corto plazo.
A raíz de ello, durante una audiencia ante el Senado, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, sugirió abiertamente por atacar a la Fuerza Quds del CGRI para disuadir futuros ataques.
La llegada del USS Florida también sigue a una ola de lanzamiento de cohetes lanzados desde el Líbano hacia Israel en lo que está siendo la escalada más caliente entre ambos países desde la guerra entre Hezbolá e Israel en 2006.
Cabe recordar que Israel también ha llevado a cabo ataques aéreos en Siria contra objetivos vinculados al CGRI en los últimos meses. “Vengaremos la sangre de los mártires Milad Heydari y Meqdad Meqdani“, prometió el portavoz del CGRI, Ramazan Sharif, luego de un ataque aéreo que golpeó territorio sirio atribuido por el régimen islámico a Israel en el cual murieron estos dos oficiales del CGRI.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanani, acusó a Israel de traer “guerra e inseguridad” a Medio Oriente y de “crear discordia en la región“. Por ello, funcionarios iraníes han prometido venganza contra el Estado judío.
A principios de este año, Estados Unidos e Israel llevaron a cabo juntos su mayor ejercicio militar de la historia, que culminó en oleadas de ataques aéreos de largo alcance contra objetivos estratégicos simulados. Si bien funcionarios del Pentágono aseguraron que los objetivos no estaban inspirados en Irán, funcionarios de defensa israelíes han presionado a Estados Unidos durante años para que provean a su país las capacidades de ataque de largo alcance que posee el ejército estadounidense para evitar que Irán obtenga un arma nuclear.
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