El limón se destaca por ser un cítrico de elevado contenido de vitamina C, la cual desempeña un papel fundamental en la estimulación y fortalecimiento del sistema inmunológico. Esta vitamina contribuye a prevenir enfermedades infecciosas y a crear defensas naturales contra infecciones virales. Además de sus propiedades saludables, el limón se ha convertido en un favorito por su versatilidad y sabor único.
Aunque el limón ofrece beneficios notables, pues brinda vitaminas, minerales y nutrientes, la Organización Mundial de la Salud especifica que la dosis correcta de vitamina C es de 90 miligramos para hombres y 75 miligramos para mujeres. Superar estos límites puede provocar efectos negativos como calambres abdominales y diarreas, además de dolor estomacal o úlceras gástricas cuando el ácido cítrico cae en exceso en el estómago.
¿Qué pasa si se consume mucho limón?
El limón está principalmente compuesto por agua, pero su acidez puede resultar contraproducente si se consume en exceso. Los ácidos presentes pueden dañar el esmalte dental, especialmente si se ingiere directamente sin dilución. Para aquellos que sufren de reflujo gástrico o úlceras estomacales es fundamental moderar el consumo.
A pesar de su naturaleza alcalina, el limón podría causar irritación en el sistema digestivo. En situaciones que involucran un aumento anormal de la micción y riesgo de deshidratación, como en casos de cistitis, el limón y otros alimentos diuréticos podrían no ser recomendados.
Personas que deberían considerar consumir con precaución
A pesar de sus múltiples virtudes, el limón no es apto para todas las personas. Ello se debe tener en cuenta especialmente en casos de gastritis, acidez estomacal, enfermedades estomacales graves, debilidad dental, hipersensibilidad nerviosa, fragilidad ósea, debilidad extrema, raquitismo, estreñimiento y anemia.
- Niños lactantes
- Niños menores de 4 años
- Personas mayores
- Algunas mujeres durante el ciclo menstrual
- Mujeres embarazadas
- Personas que han sufrido recientemente úlceras gástricas
