El informe del Consejo Ciudadano por el Combustible, correspondiente al lapso junio y julio de 2021, evidencia graves irregularidades en el manejo de la gasolina y diésel en al menos siete estados de Venezuela.
El Consejo de Ciudadanos por el Combustible, iniciativa creada por la Coalición Anticorrupción de Transparencia Venezuela, presentó el informe correspondiente a junio y julio sobre las irregularidades en el desabastecimiento de gasolina y diésel en el país.
Este balance recoge información sobre la oferta del combustible, sus precios, los efectos en la producción y la población, las incidencias en el suministro y la conflictividad generada en los estados Apure, Barinas, Bolívar, Carabobo, Lara, Yaracuy y Zulia.
De contar con seis refinerías con una capacidad potencial de procesamiento de 1 millón 300 mil barriles de petróleo diarios (bpd), en la actualidad, expertos estiman que los parques de refinería del país trabajan a un 10% o un 15% de su capacidad.
Las medidas para regular o racionalizar el suministro no solamente se convierten en inefectivas dado el cada más limitado volumen de combustible que arriba a las entidades federales, sino que propician irregularidades”
“El consumo nacional del diésel se calculó en el año 2019 en 99.500 bpd y el despacho real en 66.000 bdp con un déficit de 33.500 bpd que era cubierto con importaciones hasta fines del año 2020. La demanda de gasolina se calculó en 188.000 bpd y el despacho en 142.000 con un déficit estimado de 46.000 bdp4. Ese déficit se mantuvo en el tiempo de la pandemia, a pesar que las actividades económicas y la movilidad de la población se redujeron”, señala el informe.
El análisis correspondiente a junio y julio de 2021, destaca la persistencia en la carencia de diésel, incidiendo negativamente en el sistema de producción, distribución y en los precios de los alimentos.
Además del poco combustible que llegan a los estados estudiados y la cantidad de vehículos que atienden en las estaciones de servicio, “algunas entidades federales e incluso municipios, han creado sus propios sistemas de control y distribución de la gasolina, que lejos de resolver el problema, tienden a generar un mercado paralelo que produce discrecionalidad, conflictos y, a su vez, promueve la corrupción. En particular por que los mecanismos implementados son administrados por élites políticas o militares”.
En el estado Bolívar, de un sistema interdiario empezó a surtir a determinados terminales de placas una o dos veces por semana, ahora se aplica un plan especial que solo restringe la posibilidad del ciudadano de abastecerse regularmente de gasolina.