China debe intensificar cuanto antes las medidas para apuntalar la vacilante recuperación de la segunda mayor economía del mundo tras la crisis financiera, afirmó este domingo un funcionario económico de alto rango del máximo órgano consultivo político del país.
Los analistas de los principales bancos internacionales han revisado a la baja las previsiones de crecimiento económico para 2023, después de que los datos de mayo mostraron un debilitamiento de la demanda en China y en el extranjero, lo que hace más necesario un mayor estímulo.
“Es mejor introducir medidas cuanto antes”, dijo Ning Jizhe, jefe adjunto del comité económico de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC) y exvicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR).
La economía china se enfrenta a una fuerte presión a la baja y su recuperación es inestable y desequilibrada, afirmó Ning, que también fue director de la Oficina Nacional de Estadística.
La fuerza de las medidas macroeconómicas “no debería ser pequeña” para evitar “una contracción económica en espiral” en una desaceleración mundial, afirmó Ning.
El gabinete chino se reunió este mes para debatir las medidas para impulsar el crecimiento económico, comprometiéndose a poner en marcha políticas de manera oportuna y a tomar medidas más contundentes en respuesta a los cambios en la situación económica.
Las tasas de interés preferenciales de referencia del país se redujeron el martes, por primera vez en diez meses, mientras que la tasa preferencial a cinco años se redujo en 10 puntos básicos, una magnitud menor a la previsto por el mercado.
Es probable que el banco central chino siga recortando las tasas de interés, pero la reticencia de las empresas privadas y los hogares a solicitar préstamos hace que la relajación continuada de las políticas pueda perjudicar a unos bancos que ya están luchando contra la presión de los márgenes, según los analistas.
Reuters
