FAA extendió a octubre la actual reducción de vuelos desde y hacia aeropuertos de NYC para evitar cancelaciones y reducir la carga de los controladores de tráfico aéreo, sector que enfrenta escasez de personal
Para evitar cancelaciones y reducir la carga de los controladores de tráfico aéreo, sector que enfrenta escasez de personal, la actual reducción de vuelos desde y hacia aeropuertos de NYC se prolongará hasta octubre.
La medida, pedida por las propias compañías aéreas, fue aprobada por la Administración Federal de Aviación (FAA) e incluye además a los aeropuertos de Washington DC. Originalmente estaba programada para expirar el 16 de septiembre, pero se ha extendido otras seis semanas hasta el 28 de octubre.
La estrategia fue anunciada por primera vez en marzo pasado y permite a las aerolíneas reducir los horarios de verano sin renunciar a los “espacios” competitivos en los aeropuertos LaGuardia, JFK y Newark de Nueva York/NJ, así como en el terminal nacional Reagan en las afueras de D.C.
La nueva extensión sigue las súplicas de United Airlines y el principal grupo de presión de la industria de las aerolíneas, “Airlines for America”. En un comunicado, la FAA dice que “sigue esperando que las aerolíneas operen aviones más grandes para transportar a más pasajeros y asegurarse de que estos estén completamente informados sobre cualquier posible interrupción”.
La FAA insiste en que el alivio del horario de verano ha funcionado, lo que provocó que las cancelaciones en Newark, JFK y LaGuardia cayeran 40% entre el 15 de mayo y el 30 de junio.
En marzo, la FAA dijo que el Control de Aproximación por Radar de Nueva York (TRACON), ubicado en Westbury (Long Island), contaba con el 54% de su nivel objetivo. Y esa escasez de personal se mantiene, destacó CNN.
En una presentación del miércoles, la FAA dijo que “continúa monitoreando el desempeño” en esa instalación y “evalúa las opciones para abordar la escasez de personal”, pero “los esfuerzos de la FAA no se completarán a tiempo para abordar los impactos operativos anticipados a corto plazo en el resto de la temporada de programación del verano de 2023”.
La escasez se extiende más allá de los controladores de tráfico aéreo e incluye al personal de las aerolíneas.