CompartirAdvertise here Una impactante noticia ha sacudido las esferas del mundo del espectáculo y la realeza en las últimas horas. Tyler Perry, una de las figuras más influyentes de la industria audiovisual estadounidense y muy cercano al príncipe Harry y Meghan Markle, ha sido acusado formalmente de agresión sexual y acoso por el actor Derek Dixon. La demanda, interpuesta en Los Ángeles, reclama 260 millones de dólares por presuntos daños físicos, psicológicos y emocionales. Por Infobae El caso adquiere aún mayor relevancia mediática por la estrecha relación que Perry mantiene con los duques de Sussex. El productor no solo les ofreció refugio en su mansión de Beverly Ridge, California, cuando abandonaron sus deberes reales en 2020, sino que también fue nombrado como padrino de su hija menor, Lilibet Diana, su pequeña de cuatro años.Advertise here La conexión entre Perry y los Sussex comenzó en uno de los momentos más complicados de sus vidas. Recién llegados a Estados Unidos tras su renuncia oficial como miembros activos de la familia real británica, Harry y Meghan encontraron en el productor un aliado inesperado. Él les proporcionó una casa, seguridad y privacidad cuando más lo necesitaban. De hecho, en el documental de Netflix sobre su vida, Meghan recordaba ese momento con especial emoción: “Nunca lo había visto antes. Estaba hecha un desastre. Lloraba sin parar. A veces es más fácil abrirse a alguien que no sabe nada, y ese fue el momento que compartimos Tyler y yo”, confesó. Este gesto de apoyo incondicional se transformó, más adelante, en un lazo afectivo fuerte. Tanto así, que la pareja confió en él para un rol tan íntimo y simbólico como el de padrino de su hija. Sin embargo, ahora es el propio Perry quien atraviesa una tormenta personal y legal de proporciones colosales. Para leer la nota completa click AQUÍ Navegación de entradas Bianca Censori sorprendió a los neoyorquinos al pasear con diminuta ropa interior hecha de caramelos (FOTOS)