Compartir

Hoy, desde la clandestinidad, en la que permanece desde hace más de un año, Machado mantiene su intenso trabajo en pro de la transición democrática del país

Figura política, ingeniera, exdiputada, premio nobel de la Paz y la principal líder opositora de Venezuela, María Corina Machado no solo ha sido reconocida por su férrea oposición al régimen de Nicolás Maduro sino por su llamado a que el mundo acompañe la lucha de los venezolanos por recuperar la democracia, la dignidad y la libertad.

Hoy, desde la clandestinidad, en la que permanece desde hace más de un año, Machado mantiene su intenso trabajo en pro de la transición democrática de su país y por lo cual recientemente lanzó su Manifiesto de Libertad, en el que esboza el camino a seguir una vez Maduro salga del poder. Allí, vuelve sobre sus ideas de libre mercado, Estado reducido, crecimiento económico apalancado en el negocio energético y el regreso de los más de ocho millones de venezolanos que emigraron por la prolongada crisis venezolana.

En medio de la tensión por la fuerte presencia militar estadounidense en el Caribe, donde incluso varias aerolíneas han cancelado sus servicios ante la alerta de amenazas crecientes en el espacio aéreo venezolano, Machado asegura que “la transición en Venezuela ya comenzó” y que, tras casi 27 años de lucha, la recuperación democrática es un hecho.

El Tiempo de Colombia conversó con la nobel de Paz, quien insistió en que este es un “momento histórico”, no solo para el país vecino, sino para todo el continente. Asimismo, advirtió que ha sido el mismo Maduro quien ha retrasado su salida negociada dado que ya se le ofrecieron incentivos, como abandonar el poder con garantías de no ir a la cárcel, pero ha preferido aferrarse al poder asumiendo las consecuencias de lo que está por venir. 

—Hablemos de su Manifiesto de Libertad, en el que asegura que “el pueblo es el único soberano”. ¿Cómo interpreta eso? 

—El mundo ha entendido que en Venezuela estamos ya en el umbral de la libertad y que esto representa un cambio de era. Venezuela ha estado sometida durante casi 27 años a una devastación total. Nosotros insistimos, el ser humano, cada venezolano, nace libre y la libertad individual está por encima de las imposiciones o las decisiones que pretenda hacer un determinado grupo.

—Una vez que llegue la transición, ¿qué instituciones serían las que deberían desmontarse para rescatar esa dignidad de los venezolanos? 

—El régimen ha buscado, además de dividir a la sociedad y humillarla, sumergirla en la pobreza absoluta. ¿Para qué? Para hacer a la sociedad dependiente del Estado. Las instituciones en Venezuela, la justicia, la soberanía, el sufragio están todas destruidas. Y nosotros tenemos desde el día uno que iniciar un proceso donde esas instituciones democráticas republicanas fundamentales se levanten para restablecer lo más importante que puede haber entre los ciudadanos y el Estado: la confianza.

—En América Latina estamos enfrentando un desafío mayúsculo y es el crimen transnacional con bandas como el ‘Tren de Aragua’ y el mismo ‘Cartel de los Soles’, a los que Estados Unidos señala de grupos terroristas. En ese proceso de transición, ¿cuál sería la clave para garantizar que estos grupos criminales no desestabilicen a Venezuela durante el proceso?

—Hay que empezar por crear y fortalecer a los órganos que van a ejercer la seguridad y hacer valer la ley, es decir, pasar del caos al orden y desmontar efectivamente esos negocios y esas redes del crimen organizado que, en el caso de Colombia y Venezuela, operan estrechamente desde ambos países y que han encontrado en Venezuela un espacio seguro, un santuario para poder operar en coordinación, en asociación y, en muchos casos, bajo la dirección del propio régimen venezolano. La droga que proviene de Colombia pasa por Venezuela y puede llegar a Estados Unidos, Europa, el Caribe o Asia. Eso hay que desmontarlo y, para hacerlo, hay que trabajar de una manera binacional, y nosotros estamos absolutamente dispuestos a trabajar con los órganos de seguridad y las agencias colombianas a efectos de lograrlo.

—¿Cómo va a ser ese engranaje con Colombia, en caso de darse durante la presidencia de Gustavo Petro, cuyo gobierno mantiene relaciones con el de Nicolás Maduro?

—La transición venezolana ya empezó e incluso aquellos actores internacionales que en algún momento fueron cercanos al régimen venezolano hoy en día no lo reconocen, porque ha sido no solamente la voluntad expresada por los venezolanos, sino una lucha de muchísimos meses con un costo humano monumental. Estamos hablando de más de 2.500 presos políticos, personas desaparecidas y torturadas. Para mí lo más importante es que el pueblo colombiano nos acompaña. Los colombianos saben que, para que exista paz duradera en Colombia, tiene que haber democracia y libertad en Venezuela.

—La canciller colombiana, Rosa Villavicencio, habló de un plan en marcha para que Nicolás Maduro deje el poder de manera negociada, aunque luego se retractó. ¿Usted qué piensa de esa salida?

—El presidente electo Edmundo González Urrutia y yo, desde el primer día después de la elección, le ofrecimos en público y en privado a Nicolás Maduro y al régimen la posibilidad de una transición negociada, ofreciendo garantías a tales efectos.El régimen no solamente rechazó esta propuesta de negociación, sino que desató una ola represiva. De modo que Nicolás Maduro ha tenido múltiples oportunidades y mucho tiempo para entender que su mejor opción es aceptar los términos de esa negociación. Cada día que pasa, su posición es mucho más débil, mucho más comprometida. En especial cuando la estructura dentro del régimen está profundamente dividida.

—¿Cómo van a ser esas primeras 100 horas de transición?

—La primera hora de esas 100 horas va a ser de celebración y de agradecimiento. En primer lugar, a Dios y, desde luego, a todos aquellos venezolanos y extranjeros que han dado tanto para que esto sea posible. Nos pondremos a trabajar duro para asegurarnos de que, en primera instancia, se tome el control de las instituciones, sobre todo aquellas instalaciones críticas, para garantizar la seguridad y el orden del país, y, progresivamente, el control del territorio. Tenemos muchos meses trabajando y actualizando cada día lo que serán los planes para las primeras 100 horas y, después, para los primeros 100 días.

—¿Cómo garantizar que usted tenga ese control de las primeras 100 horas y 100 días, en especial con unas fuerzas militares que, de momento, respaldan al régimen y de comandos chavistas que operan por todo el territorio?

—Esa destrucción que trataron de manera sistemática y masiva de ejecutar logramos demostrar que no se había materializado en las bases de nuestras Fuerzas Armadas el propio 28 de julio de 2024, cuando nuestros militares recibieron la orden de impedir el acceso de nuestros testigos al proceso de votación y que tuvieran acceso al acta original que nos permitió demostrar el triunfo legítimo de Edmundo González. Nuestros militares no cumplieron esa orden ilegal e inconstitucional y, por el contrario, acompañaron y facilitaron ese proceso de veeduría ciudadana. Esa es la realidad de nuestras Fuerzas Armadas hoy: ciudadanos, militares y policías que anhelan lo mismo que los civiles. Ustedes verán cómo, en las primeras horas de cambio, una inmensa mayoría de las Fuerzas Armadas venezolanas acompañará al presidente electo Edmundo González Urrutia.

—¿Piensa ir a recibir el Premio Nobel, a pesar de las amenazas del régimen?

—Mi causa de vida es la libertad de Venezuela y estoy consciente de que lograr transformar a Venezuela en esa tierra de gracia va a tener ondas expansivas en toda la región, incluso más allá de nuestro continente. Venezuela va a dejar de ser ese centro de la operación criminal en el corazón de las Américas, convirtiéndose en una tierra que va a ser promotora y foco de luz, de libertad, de verdad, de prosperidad. Este es un reconocimiento al valor de la democracia como instrumento indispensable para la libertad; es un premio que trasciende a Venezuela. Creo que va a ser una fecha histórica para nuestro país y para América Latina. Me siento muy honrada y agradecida de ser parte de este.

—¿Qué es lo primero que piensa hacer una vez logre salir de la clandestinidad?

—Voy a abrazar a todo el que se me pase por delante (risas). Si algo necesito en estos momentos es abrazar y sentir físicamente a la gente, llorar y cantar juntos. Y espero poder ver a mis hijos, darles la bendición en persona. Me hacen mucha falta. Pero, sobre todo, espero que podamos ponernos a trabajar inmediatamente en construir un país que, estoy segura, saldrá de su etapa más oscura más fortalecido que nunca. Y si algo tengo es confianza en los venezolanos. No ha habido una generación de venezolanos mejor preparada para llevar adelante esta transformación del país que la actual.

El Grupo de Diarios América (GDA), al cual pertenece El Nacional, es una red de medios líderes fundada en 1991, que promueve los valores democráticos, la prensa independiente y la libertad de expresión en América Latina a través del periodismo de calidad para nuestras audiencias.

A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos

Por abc noticias

www.abcnoticias.net es periodismo independiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *