CompartirAdvertise here La situación de la defensa aérea en Venezuela es alarmante. Con más del 60% de su flota de radares fuera de servicio y una aviación de combate que opera de manera esporádica, el país se enfrenta a un panorama crítico. La falta de operatividad en sus sistemas de defensa no solo pone en riesgo la soberanía nacional, sino que también abre la puerta a la explotación de áreas descubiertas por redes de narcotráfico. Este artículo examina la situación actual de la defensa aérea venezolana, sus implicaciones regionales y la influencia de actores externos como China e Irán. Estado Crítico de la Defensa Aérea Según un informe de Control Ciudadano (2020) y Infodefensa (2023), la capacidad operativa de la defensa aérea de Venezuela ha sido clasificada con un alarmante 2/10. Esta calificación refleja la grave falta de recursos y la ineficacia de un sistema que debería proteger el espacio aéreo del país. La cobertura de radar se sitúa en un 1/10, lo que significa que la detección de amenazas aéreas es prácticamente inexistente. La capacidad de intercepción y alerta se evalúa en un 2/10, lo que indica que, en caso de un ataque, la respuesta sería lenta y poco efectiva. Falta de Recursos y Mantenimiento Más del 50% de los radares JYL-1 y JY-11B están fuera de servicio debido a la falta de piezas de repuesto. Las operaciones de los cazas SU-30MK2 están severamente restringidas, y solo unos pocos F-16 permanecen operativos. La flota de K-8W Karakorum, que debería ser parte de la defensa aérea, opera a menos del 30% de su capacidad y carece de radar aire-aire, limitando su uso a misiones simbólicas de entrenamiento y antidrogas. La cobertura aérea se restringe a áreas como Caracas y La Orchila, que están bajo la protección directa del alto mando político. Conexiones Criminales y Corrupción La situación se complica aún más con la infiltración del Cartel de los Soles en entidades como CODAI, ZODIACI y REDI. Estos grupos han manipulado los tiempos de apagado del radar, permitiendo el paso de aeronaves ilícitas sin ser detectadas. El accidente del YV3217 Citation, que resultó en la muerte de la esposa y la hija del comandante del CODAI, junto con las deserciones de varios sargentos de la Fuerza Aérea, revela profundas fracturas internas y una completa politización del aparato de defensa. Injerencia Extranjera: China e Irán La asistencia externa de China e Irán ha sido parcial y selectiva. China ha reducido su soporte técnico al mínimo, proporcionando piezas de repuesto solo a través de intermediarios civiles. Por su parte, Irán ha asumido un papel más activo desde 2020, suministrando drones Mohajer-6 y sistemas de vigilancia aérea. Sin embargo, esta intervención no ha restaurado la funcionalidad del sistema de defensa nacional, sino que ha reforzado el control del régimen en Caracas y La Orchila.Advertise here Evaluación de Drones Iranians Venezuela opera aviones no tripulados iraníes Mohajer-2 y Mohajer-6, utilizados exclusivamente para misiones de vigilancia en áreas como Caracas y Maracaibo. Aunque algunos modelos pueden llevar munición, su uso se ha limitado a la observación y a operaciones de propaganda interna. La baja disponibilidad técnica de estos drones y su falta de integración en la red de CODAI limitan su efectividad en zonas operativas clave. Amenazas Internas y Externas La actual incapacidad de Venezuela para proyectar su poder militar en el exterior es preocupante. La aviación de combate es limitada, la Armada Bolivariana no está operativa y las fuerzas terrestres carecen de movilidad estratégica. No hay capacidad logística para desplegar tropas fuera del país o sostener operaciones más allá del eje Caracas-Maracay. En cuanto a la represión interna, el régimen depende en gran medida de los servicios de inteligencia y grupos irregulares como colectivos o elementos armados del Tren de Aragua. Vulnerabilidad Regional La falta de un sistema de defensa aéreo efectivo deja a Venezuela vulnerable a violaciones de su espacio aéreo y a la penetración del narcotráfico. Los aviones procedentes de Venezuela continúan aterrizando en pistas clandestinas en México, con la colaboración o tolerancia de las autoridades locales. Esta cooperación ha establecido un corredor aéreo Venezuela-México como la ruta principal para el transporte de cocaína a América del Norte, según informes de inteligencia de la DEA y la UNODC. La defensa aérea de Venezuela se encuentra comprometida por intereses políticos y criminales. La ayuda extranjera solo fortalece enclaves específicos del régimen y no logra restaurar las capacidades institucionales genuinas. Con una calificación general de 2/10, el aparato de defensa requiere una profunda limpieza institucional y un rediseño estratégico completo para volver a servir a la soberanía nacional. Lee el informe completo aquí By: Jesus Romero, Co-Founder and Senior Fellow, MSI² Navegación de entradas ¡Impactante Revelación! Christian y Jesse Canache: Los Testaferros del Narcochavismo que Están Destruyendo Venezuela España reafirmó su compromiso de lograr la liberación de dos connacionales detenidos por el chavismo