La actividad económica acumuló un crecimiento del 2,5% solamente en la primera mitad del año, y alcanzó el nivel más alto en 7 años. La expansión económica superó todas las expectativas de los analistas.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reveló que la economía más grande de América Latina registró un holgado crecimiento del 1,2% en el segundo trimestre del año. Esta cifra superó incluso la expectativa de crecimiento de Reuters en torno al 0,9%, una de las más optimistas de entre todos los sondeos.
La actividad económica de Brasil logró repuntar por cuarto trimestre consecutivo, y a un ritmo cada vez mayor. El PBI creció un 0,1% en el tercer trimestre de 2021, 0,8% en el cuarto trimestre, 1,1% en los primeros 3 meses de este año, y finalmente un 1,2% al término del segundo trimestre.
Exceptuando el rebote económico producido entre el tercer y el cuarto trimestre de 2020, la tasa de crecimiento trimestral del PBI fue la más elevada desde mediados del año 2013. El PBI acumuló un alza del 2,5% solamente en los primeros 6 meses del 2022, creció un 3% con respecto al nivel que tenía antes de la pandemia y hasta un 3,2% en comparación al segundo trimestre del año pasado.
La actividad económica con frecuencia mensual, estimada y publicada por el Índice IBC-Br del Banco Central de Brasil, registró un crecimiento del 0,69% en el mes de junio. El repunte de la economía se aceleró a partir del pasado mes de octubre, y recuperándose así la tendencia de crecimiento que había antes de la pandemia.
El IBGE confirmó que el PBI trimestral alcanzó el nivel más alto desde el año 2014, y la actividad con frecuencia mensual obtuvo el resultado más elevado desde abril de 2015. La economía se encamina de recuperarse de la severa crisis financiera desatada durante la última administración del PT bajo la expresidenta socialista Dilma Rousseff.
El despegue económico fue mayormente impulsado por un drástico salto en la actividad de los servicios, que registraron una variación trimestral positiva del 1,3% contra el período anterior. Los servicios representan hasta el 70% de la economía de Brasil, y fue el principal sector afectado por las medidas de aislamiento social durante la pandemia en 2020.
La actividad industrial logró registrar un crecimiento trimestral del 2,2% en comparación a los primeros 3 meses del año, después de haber caído un 0,9%. El relevamiento industrial mensual estima que se registró un nuevo aumento del 0,6% en el mes de julio.
“Hubo crecimiento en todos los subsectores de la industria. Uno de ellos es la construcción civil, que tiene problemas desde hace años y fue muy afectada por la pandemia, pero lleva unos trimestres recuperándose”, informa el IBGE.
El consumo privado, otro componente principal del PBI visto desde la demanda agregada y no desde la oferta, registró un fuerte crecimiento del 2,6% en el segundo trimestre. Al mismo tiempo, el consumo del Gobierno cayó un 0,9% en términos reales al término de la primera mitad del año, achicando así el peso relativo del Estado en la compra de bienes y la inversión en capital físico.
Cabe destacar que el consumo público solamente constituye una fracción de la totalidad del gasto público propiamente dicho, y ambas partidas se redujeron drásticamente bajo la administración de Jair Bolsonaro. El gasto primario de Brasil alcanzó su nivel más bajo desde 2015, y se registra el mayor superávit fiscal desde 2014.
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