Departamento de Justicia de EEUU acusó a más de 70 miembros del Tren de Aragua

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este jueves la apertura de múltiples acusaciones formales contra más de 70 personas vinculadas a la organización Tren de Aragua. Las autoridades señalaron a líderes y miembros del grupo, calificado como organización terrorista extranjera, por delitos de asesinato, robo, extorsión, secuestro, lavado de dinero y tráfico de sustancias controladas en territorio norteamericano.

Los cargos federales se presentaron en cinco jurisdicciones distintas, que incluyeron los distritos de Colorado, Nebraska, Nuevo México, el Distrito Sur de Nueva York y el Distrito Sur de Texas. Según el reporte oficial del organismo judicial, el despliegue formó parte de una estrategia integral para desmantelar las operaciones de esta estructura criminal de origen venezolano en diversas regiones del país.

El Departamento de Justicia precisó que, desde el pasado 20 de enero de 2025, procesó judicialmente a más de 260 integrantes del Tren de Aragua a nivel federal. Esta cifra reflejó la intensificación de las labores de búsqueda y captura de sujetos relacionados con la banda, cuya presencia generó preocupación en los organismos de seguridad nacional.

La fiscal general Pamela Bondi destacó la prioridad de estas acciones para el actual gobierno. “Inmediatamente después de asumir el cargo, instruí al Departamento de Justicia a que buscara con firmeza la eliminación total de los cárteles y las organizaciones criminales transnacionales”, declaró la funcionaria. Bondi subrayó que los cargos buscaron restablecer la seguridad pública y erradicar la red terrorista.

El fiscal general adjunto Todd Blanche calificó al grupo como una estructura que utilizó las fronteras para generar inestabilidad. “El Tren de Aragua es un cártel terrorista que se aprovecha de nuestras fronteras para sembrar el asesinato, las drogas y el caos en las comunidades estadounidenses”, afirmó el representante de la justicia. Blanche aseguró que las autoridades cortaron los flujos de dinero de la organización.

El director del FBI, Kash Patel, indicó que la existencia del grupo constituyó una amenaza directa a la seguridad de los ciudadanos estadounidenses. Patel manifestó que la agencia trabajó junto a aliados en todos los niveles de las fuerzas del orden para evitar que la organización criminal se arraigara. El funcionario reiteró el compromiso de llevar a los señalados ante la justicia federal.

Por su parte, el administrador de la DEA, Terrance Cole, vinculó a la organización con otros grupos como las FARC, el ELN y el Cártel de los Soles. “Tren de Aragua es una organización terrorista extranjera despiadada, altamente organizada y en rápida expansión que se nutre del caos y el sufrimiento humano”, explicó Cole. La agencia enfocó sus esfuerzos en atacar la infraestructura financiera de la red.

El Servicio de Alguaciles y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) reportaron el decomiso de armas ilícitas y la detención de sujetos de alta peligrosidad. El subdirector de la ATF, Rob Cekada, manifestó que los operativos permitieron desmantelar sistemáticamente la capacidad operativa del grupo. Los funcionarios recalcaron que el uso de armas de fuego fue clave para la expansión criminal de la banda.

La Oficina Federal de Prisiones garantizó el manejo seguro de los detenidos y el suministro de inteligencia para los procesos en curso. Los más de 70 acusados enfrentarán sus juicios en las cortes federales correspondientes mientras los cuerpos de seguridad mantienen activos los protocolos de búsqueda para el resto de los identificados en las investigaciones.