Compartir

La operación aérea de Estados Unidos en el Caribe escaló su nivel de complejidad táctica este lunes 24 de noviembre, luego de que el bombardero estratégico B-52H (PAPPY11) fuera interceptado en los sistemas de rastreo acompañado por una escolta de combate.

Reportes de monitoreo proporcionados por Flightradar24 confirmaron que la aeronave ya no opera en solitario, sino que se unió a un grupo de ataque compuesto por al menos cuatro cazas F/A-18 y dos aviones de alerta temprana E-2D Hawkeye.

La formación fue ubicada geográficamente al norte de la península de Paraguaná, una posición que sitúa a la flotilla estadounidense en una zona de gran sensibilidad, directamente frente a la costa centroccidental de Venezuela.

Los cuatro cazas F/A-18 Hornet, aviones polivalentes capaces de combate aire-aire y ataques a tierra, brindan protección directa al bombardero estratégico. Por su parte, la presencia de los dos E-2D Hawkeye resulta crítica para la operación; estas unidades funcionan como «radares voladores», gestionando el espacio de batalla y detectando amenazas a gran distancia mucho antes de que puedan ser vistas por los otros aviones.

A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos

Por abc noticias

www.abcnoticias.net es periodismo independiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *