CompartirEn un giro dramático que recuerda las tramas más oscuras de la corrupción política en Venezuela, el histórico delincuente Mario Villarroel, ex presidente de la Cruz Roja de Venezuela durante 45 años, ha sido señalado como un potencial infiltrado en las filas de la resistencia opositora. Según fuentes cercanas a la oposición, Villarroel busca obtener información valiosa para negociar con el régimen chavista, evitando así la confiscación de sus bienes mal habidos y posibles condenas por sus crímenes. Esta alerta, compartida en redes sociales, destaca los peligros de la contrainteligencia en un país asediado por la dictadura. El Auge y Caída de un Poderoso Corrupto Mario Villarroel no es un nombre desconocido en los círculos políticos venezolanos. Durante décadas, instrumentalizó la Cruz Roja, una institución supuestamente humanitaria, para servir a intereses personales y del régimen. Según denuncias de ex voluntarios, Villarroel presidió la organización con mano de hierro, encubriendo abusos y casos de pedofilia que sacudieron a la institución. «Cuando cayó en desgracia con el madurismo, decenas de voluntarios perdieron el miedo y salieron a la luz sus maltratos», afirma una fuente anónima en un hilo viral en Twitter. Las acusaciones incluyen amenazas de muerte contra quienes osaron denunciarlo, comparándolo con escándalos globales como la corrupción en la FIFA o los abusos en la Iglesia Católica, como el caso del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Su poder se extendió más allá de la Cruz Roja. Villarroel propuso listas de magistrados al régimen, controlando indirectamente el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Allí, se le acusa de vender sentencias y montar estructuras para favorecer partes en disputas por herencias, apropiándose de casas y cuentas bancarias. «Fue un testaferro perfecto para magistrados corruptos como Luis Damiani, Calixto Ortega y Gladys Gutiérrez», explica un analista político venezolano. Además, abogó por figuras como Samark López, Nervis Villalobos y hasta narcotraficantes, consolidando su red mafiosa. La Operación Alacrán y Vínculos con Tarek El Aissami El punto de inflexión llegó en 2017, cuando Villarroel, junto a su hijo Miguel, orquestó la «operación alacrán» en colaboración con Tarek El Aissami, entonces vicepresidente y figura clave del chavismo. Esta operación buscaba boicotear la Asamblea Nacional legítima, atacar a líderes opositores como Julio Borges y ganar favores del régimen. «Fue una maniobra para desestabilizar la oposición y fortalecer el control autoritario», detalla un informe de inteligencia opositora. Su hija, Marion Villarroel, añade otro capítulo siniestro: se le acusa de grabar conversaciones de concejales y periodistas en Miami, Estados Unidos, lo que sugiere una red de espionaje transnacional. A pesar de sus vínculos con el régimen, Villarroel intentó acercarse a Leopoldo López, líder de la oposición, pero terminó contribuyendo a su inhabilitación política. Esta doblez refleja su naturaleza oportunista: un hombre dispuesto a traicionar a cualquiera para salvar su pellejo. El Riesgo de Infiltración en la Resistencia Ahora, con el régimen en crisis, Villarroel busca redimirse infiltrándose en la resistencia venezolana. «Quiere información valiosa para negociar perdón y evitar la confiscación de sus bienes», advierte la alerta. Esto plantea un grave riesgo para la oposición, que ya enfrenta desafíos de seguridad en un entorno de represión. Expertos en contrainteligencia recomiendan verificar identidades y evitar compartir datos sensibles. «En dictaduras como Venezuela, la infiltración es una herramienta común del régimen para desmantelar movimientos disidentes», afirma un especialista en seguridad internacional. La resistencia venezolana ha sido blanco de operaciones similares. Villarroel, con su historial, podría ser el caballo de Troya perfecto. Fuentes indican que su motivación es clara: salvar su fortuna acumulada a través de décadas de corrupción. Implicaciones Internacionales y Llamado a la Acción Esta alerta no solo afecta a Venezuela, sino que resuena en la comunidad internacional. Destaca la necesidad de sanciones contra figuras como Villarroel y su red. Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto medidas contra corruptos venezolanos, pero la infiltración en la oposición complica los esfuerzos por la democracia. La Cruz Roja Internacional ha expresado preocupación por el uso político de su filial venezolana, prometiendo investigaciones. Mientras tanto, activistas en redes sociales exigen justicia: «Difunde esta alerta para proteger la resistencia», se lee en el hilo original. ¿Quién es Marion Villarroel a.k.a Marion Troitino ? Análisis y Perspectivas Futuras Esta historia resalta temas universales: corrupción, abuso de poder y lucha por la justicia. Villarroel simboliza cómo instituciones humanitarias pueden ser pervertidas. Para la resistencia, es una lección en vigilancia. Si no se detiene, podría causar daños irreparables. En conclusión, Mario Villarroel representa un peligro latente. La oposición debe actuar con cautela, y la comunidad internacional, apoyar con presión diplomática. Esta no es solo una noticia; es una llamada a la acción para salvaguardar la democracia en Venezuela. A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos Navegación de entradas New York Post: Trump desplegó “acechadores nocturnos” del Ejército de EEUU muy cerca de Venezuela