Al menos dos personas murieron en las últimas 24 horas tras un ataque de las tropas rusas contra la región ucraniana de Donetsk, así lo dio a conocer el gobernador de la localidad, Pavlo Kirilenko, quien aseguró que el número de muertos podría aumentar.
“Cada criminal de guerra será castigado”, expresó Kirilenko.
Mientras tanto, en Kharkiv, el mandatario ucraniano, Volodimir Zelensky, condenó la agresión nocturna contra un centro de donación de sangre que causó varios muertos y heridos, aunque no especificó las cifras exactas.
Entretanto, la fuerza aérea ucraniana anunció este domingo haber derribado 30 de los 40 misiles de crucero, y todos los drones Shahed, lanzados por Rusia en varios ataques a lo largo del territorio
“Treinta misiles de crucero y 27 drones fueron destruidos”, anunció en Telegram. También señaló que Rusia había utilizado tres misiles hipersónicos Kinzhal, aunque no precisó si habían sido derribados.
Las autoridades ucranianas también denunciaron este domingo nuevos bombardeos sobre la ciudad de Kharkiv, que siguen a los ataques registrados anoche.
“Kharkiv está bajo el fuego enemigo. Pedimos a los ciudadanos que extremen las precauciones”, advirtió el alcalde de a ciudad, Ihor Terekhovv, a través de su cuenta en Telegram.
Armas para Ucrania
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, aprovechó los últimos ataques de las fuerzas rusas para volver a incidir en la necesidad de que el país siga recibiendo armas de sus socios occidentales, entre las cuales, deberían estar los tan ansiados aviones de combate F-16.
“Rusia ha soltado otra descarga de misiles sobre Ucrania este sábado. Rusia no se detendrá hasta que sea detenida”, escribió Kuleba en su perfil de la red social X, antes conocida como Twitter, en referencia a los ataques de las últimas horas, uno de los cuales golpeó un centro de trasfusión de sangre en Kharkiv.
“La comunidad mundial debe centrarse en hacer cumplir una paz justa y duradera: armar a Ucrania, incluso con F-16 para cerrar el cielo, e implementar la fórmula de paz de Ucrania”, añadió el jefe de la diplomacia ucraniana.
Los F-16 se han convertido en la principal demanda de Ucrania a sus socios, que en un primer momento se habían mostrado reacios a la entrega de estos aviones de combate debido a las dificultades que entrañaba la entrega y al considerar que no iba a suponer un cambio de rumbo en la guerra más a corto plazo.
No obstante, en los últimos meses, pilotos ucranianos están siendo entrenados para el manejo de estos cazas, que vendrían a reforzar la obsoleta flota aérea de la que dispone actualmente Kiev, aunque no se espera que puedan hacer uso de ellos en el campo de batalla hasta bien entrado 2024.
