CompartirLa estrategia de Estados Unidos ha escalado a una coerción cinética activa en el Mar Caribe. El despliegue de 15.000 soldados y el portaaviones USS Gerald R. Ford busca desestabilizar al régimen. Washington utiliza la designación del Cártel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO) para justificar la amenaza de ataques militares quirúrgicos. La Casa Blanca ha rechazado categóricamente la posibilidad de una transición gradual, exigiendo la salida inmediata de Maduro La respuesta de Estados Unidos al contexto venezolano ha pasado de una disuasión por sanciones a una coerción cinética activa. A fines de agosto de 2025, se intensificó un aumento de tropas navales en el sur del Caribe. Este despliegue es de una magnitud considerable, involucrando 20% de la fuerza naval estadounidense movilizada en todo el mundo. El contingente incluye aproximadamente 15.000 soldados, aviones caza F-35 y misiles de largo alcance, incluidos los Tomahawk. La presencia del portaaviones USS Gerald R. Ford en la región subraya la seriedad de la amenaza militar. Aunque el objetivo declarado es combatir el narcotráfico, la escala y el tipo de armamento sugieren una finalidad primordialmente de coerción política. La justificación legal para la intervención limitada Washington ha intensificado sus acusaciones, vinculando a Nicolás Maduro con los carteles del narcotráfico (Cartel de los Soles). El factor legal más relevante es la designación del Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO) Esta designación fue realizada por el secretario de Estado Marco Rubio. Estratégicamente, amplía las facultades legales de Estados Unidos para perseguir a Maduro y su círculo íntimo en virtud de la legislación antiterrorista. Al calificar a Maduro de terrorista, la administración Trump justifica la posible escalada de acciones militares quirúrgicas contra activos e infraestructura dentro de Venezuela. Esto se puede realizar sin necesidad de recurrir a una declaración de guerra formal. Estados Unidos tiene el portaviones Gerald Ford junto a su flotilla, además de otros seis buques de guerra, aviones caza y miles de tropas en el Caribe y el Pacífico. Foto: GLADJIMI BALISAGE / DOD / AFP El rechazo a la transición gradual La política de la administración Trump se caracteriza por una combinación calculada de amenazas abiertas y un acercamiento insinuado, cuyo fin es maximizar su capacidad de negociación. Trump ha sugerido que la designación FTO permite a su ejército atacar la infraestructura del gobierno. Días antes, el presidente incluso insinuó que ya había tomado una decisión sobre la acción específica a emprender en Venezuela. Esta postura de confrontación está diseñada para desestabilizar el comando y control del régimen venezolano. Esta interpretación se valida con el rechazo categórico de la Casa Blanca a una propuesta de transición ofrecida por funcionarios venezolanos en noviembre de 2025. La oferta incluía la salida de Maduro tras un período de dos a tres años. La propuesta también mencionaba que Delcy Rodríguez asumiría de forma interina, comprometiéndose a no postularse a la reelección. Washington rechazó la oferta por considerar el tiempo de transición excesivo. Nicolás Maduro, líder del régimen de Venezuela. Foto: EFE Exigencia de salida inmediata Estados Unidos enfatizó que cualquier transición debería implicar una salida inmediata de Nicolás Maduro. El rechazo a la oferta de transición de 2-3 años es una señal inequívoca. La presión militar no busca un compromiso político a largo plazo, sino la capitulación a corto plazo. La estrategia busca forzar al régimen para que acepte una salida inmediata y protegida para evitar la cárcel. Esto cierra la puerta a un escenario de transición «suave» que pudiera ser controlada por el chavismo. La estrategia dual de Washington está diseñada para mantener la presión máxima sin incurrir en el alto costo de una invasión. El alto riesgo para el ciudadano común El análisis estratégico identifica que el principal riesgo es la espiral de riesgo accidental. Un error de cálculo grave por parte de Estados Unidos al ejecutar una operación encubierta autorizada podría ser un motor de escalada. Un incidente marítimo que resulte en víctimas significativas también podría provocar una respuesta escalada del régimen. Este ambiente de seguridad se deteriorará, manteniendo la preocupación por el riesgo físico para la población A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos Navegación de entradas Patrulleros P-8A Poseidon apoyan al portaaviones USS Gerald R. Ford en su ruta al mar Caribe Casa Blanca: Trump estudia «medidas adicionales» contra los narcos en México