CompartirEl papa dijo este domingo, durante la misa de canonización celebrada en la plaza de San Pedro, que «los bienes materiales, culturales, científicos y artísticos» pierden sentido si no hay fe, y destacó el testimonio de los nuevos santos, que han sido capaces de «mantener encendida la lámpara de la fe». En la ceremonia, que reunió a miles de fieles, especialmente de la comunidad venezolana, el papa proclamó santos al médico laico José Gregorio Hernández y la religiosa Carmen Rendiles, los dos primeros santos de Venezuela. «La fe, comparada con grandes bienes materiales y culturales, científicos y artísticos, sobresale; no porque estos bienes sean despreciables, sino porque sin fe pierden el sentido», dijo el papa durante su homilía. «Hoy están ante nosotros siete testigos, los nuevos santos y las nuevas santas, que con la gracia de Dios han mantenido encendida la lámpara de la fe, más aún, han sido ellos mismos lámparas capaces de difundir la luz de Cristo», añadió. Además de Hernández (1864-1919) y Rendiles (1903-1977), también fueron canonizados Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin, Turquía; Peter To Rot, laico de Papua Nueva Guinea; las religiosas italianas Vincenza María Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y María Troncatti, de la congregación de las Hijas de María Auxiliadora; y el también laico italiano Bartolo Longo. En su homilía, León XIV subrayó que los recién proclamados santos no son «héroes» ni «paladines de un ideal cualquiera», sino «hombres y mujeres auténticos». Refiriéndose específicamente a los nuevos santos, León XIV calificó a José Gregorio Hernández como un «benefactor de la humanidad con un corazón encendido de devoción» y a Carmen Rendiles como una «carismática fundadora» que dedicó su vida a la educación y al servicio de los demás. «Estos fieles amigos de Cristo son mártires por su fe, como el obispo Ignacio Choukrallah Maloyan y el catequista Pedro To Rot; son evangelizadores y misioneros como sor María Troncatti; son carismáticas fundadoras, como sor Vicenta María Poloni y sor Carmen Rendiles Martínez; son bienhechores de la humanidad con sus corazones encendidos de devoción, como Bartolo Longo y José Gregorio Hernández Cisneros», afirmó. Y añadió: «Que su intercesión nos asista en las pruebas y su ejemplo nos inspire en la común vocación a la santidad». Además, durante su homilía, León XIV recordó la importancia de la oración, comparándola con la respiración que sostiene la vida del cuerpo, y advirtió sobre las tentaciones que ponen a prueba la fe. «Quien no acoge la paz como un don, no sabrá dar la paz», advirtió. Santa Carmen Rendiles, nacida en Caracas en 1903 y fallecida en 1977, fue la fundadora de la congregación Siervas de Jesús. Fue beatificada en 2018 tras el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión: la inexplicable curación de una médica venezolana en 2003. Por su parte, san José Gregorio Hernández, nacido en Isnotú, estado Trujillo, en 1864 y fallecido en Caracas en 1919, fue beatificado en 2021 después de que el papa Francisco reconociera el milagro de la recuperación de Yaxury Solórzano Ortega, una niña que recibió un disparo en la cabeza y a quien los médicos daban por perdida. EFE A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos Navegación de entradas Edmundo González: Los dos primeros santos recuerda que la grandeza de un país se mide por su capacidad de servir Cardenal Baltazar Porras calificó la crisis de Venezuela como “moralmente inaceptable”