CompartirEl secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se ha consolidado en las últimas semanas como la pieza clave de la Casa Blanca en la política hacia Venezuela, tras una larga trayectoria de presión desde el Capitolio que ahora, en su nuevo cargo, se traduce en poder real para diseñar e impulsar la línea dura contra el chavismo. Rubio, nacido en Miami hace 54 años en una familia de origen cubano que abandonó la isla en la época de Batista, fue senador entre 2011 y 2025. Durante 15 años en la Cámara alta dirigió los esfuerzos legislativos y diplomáticos para sancionar y aislar al régimen de Nicolás Maduro. Ahora, como jefe de la diplomacia estadounidense, su voz y sus decisiones cobran más peso: no solo habla, sino que puede ejecutar medidas y coordinar alianzas internacionales. Quienes siguen la agenda hacia Caracas coinciden en que Rubio fue uno de los arquitectos del paquete de sanciones que se aplicó a funcionarios y redes vinculadas al poder en Venezuela. Además, el ahora secretario de Estado jugó un papel central para que la nueva administración revirtiera medidas de la anterior Casa Blanca, como las disposiciones de último minuto de Joe Biden orientadas a suavizar la presión sobre La Habana, en momentos en que se discutían intercambios humanitarios y la liberación de presos políticos. – El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio (izq.), le susurra al presidente Donald Trump (der.) durante una mesa redonda sobre Antifa en el Comedor de Estado de la Casa Blanca, en Washington, D.C., el 8 de octubre de 2025. El 22 de septiembre, Trump designó a Antifa como «organización terrorista doméstica» mediante una orden ejecutiva. (Terrorista) EFE/EPA/FRANCIS CHUNG / POOL En su paso del Senado al Departamento de Estado, Rubio ha impulsado una política que combina apriete financiero, persecución judicial de figuras del régimen y presión diplomática multilateral. Esa estrategia ha venido acompañada de acciones concretas: el despliegue de tropas y buques estadounidenses en el Caribe, la intensificación de operaciones regionales y la oferta de recompensas , hasta 50 millones de dólares, por información que ayude a la captura de Nicolás Maduro, al que la Administración ha calificado públicamente de líder del llamado “Cártel de los Soles”. – El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio (izq.), habla durante una reunión de gabinete con el presidente estadounidense, Donald Trump (der.), en la Casa Blanca, en Washington, D.C., EE. UU., el 9 de octubre de 2025. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que Israel y Hamás acordaron la primera fase de un plan de paz para Gaza, que incluye la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, la retirada de las fuerzas israelíes y el envío de ayuda humanitaria a Gaza. EFE/EPA/SAMUEL CORUM / POOL Esa presión acumulada ha convertido a Rubio en una obsesión del discurso oficial del chavismo, al punto de que Maduro lo ha señalado públicamente como “una amenaza directa” y una figura que, según él, pretende “arrastrar a la región a un baño de sangre”. Este lunes, en una declaración que resonó en Jerusalén y en Caracas, el presidente Donald Trump lo dejó claro ante el Parlamento de Israel al reconocer públicamente su rol y potenciar aún más su investidura internacional: “Marco Rubio será recordado como el mejor Secretario de Estado de la historia de los Estados Unidos… Él siempre ha sido inteligente, tiene carisma y la gente lo respeta”, dijo Trump entre aplausos. Un espaldarazo que confirma que, hoy, el principal arquitecto de la presión contra Maduro no es un asesor ni un enviado especial: es el propio Secretario de Estado de los Estados Unidos. A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos https://sandia.datanubex.uk/wp-content/uploads/2025/10/ssstwitter.com_1760357913691.mp4 Navegación de entradas Venezuela se convirtió en el país con más presos políticos extranjeros del mundo tras liberación de rehenes de Hamás El secreto de ‘El Pollo’ Carvajal: el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el partido estalinista Podemos han sido financiados con dinero del narcotráfico y el apoyo del CNI