CompartirLejos de los titulares de prensa y los discursos políticos acaparados por el Tren de Aragua, otros grupos criminales de Venezuela también han expandido sus operaciones en América Latina, dejando una huella silenciosa, pero no menos violenta. Por Insight Crime Una ola de arrestos y homicidios de varios criminales originarios del estado venezolano de Zulia, en países como Colombia, Argentina y Chile, ha puesto al descubierto un aspecto diferente y no reconocido del alcance transnacional del crimen organizado venezolano. El caso más reciente es el de Yeferson Nava Jiménez, alias “Yef Nava”, capturado a finales de mayo en un exclusivo barrio de Medellín, Colombia. Sobre él pesaba una notificación roja de Interpol y era uno de los criminales más buscados de Venezuela, señalado como líder principal de los Meleán, uno de los clanes criminales más antiguos y poderosos de Zulia, integrado por más de 600 miembros, según reportes oficiales. “Nava es requerido por la justicia del vecino país por los delitos de secuestro, homicidio y extorsión, estuvo preso en Estados Unidos en 2022 y habría arribado a Medellín para realizar alianzas con actores criminales de la región”, publicó en X, el director de la policía de Colombia, el general Carlos Fernando Triana. Después de someterse a varias cirugías estéticas para alterar su identidad, Nava había instalado una base de operaciones en Medellín para coordinar extorsiones y expandir la red criminal hacia otras regiones de Colombia. No obstante, esta no fue la primera y única vez que los Meleán y otros criminales zulianos pusieron un pie en suelo colombiano y otros países del continente. Buscando un refugio Antes de que el Tren de Aragua y sus diferentes facciones instalaran sus operaciones en diferentes rincones de América Latina y ocuparan las principales portadas de los medios de varios países, algunas de las bandas zulianas ya habían dejado su rastro criminal en la región. Los primeros que asomaron la cabeza por fuera de Venezuela con antecedentes penales fueron los Meleán. En la noche del 24 de marzo de 2012, una pareja de sicarios acabó con la vida de Nelsón Meleán mientras estaba con su familia en un centro comercial en la ciudad de Santa Marta, ubicada en el Caribe colombiano. Aunque varios medios de comunicación lo presentaron como un reconocido empresario zuliano, la realidad era otra. Nelsón era el hermano menor de Antonio Meleán, alias “Antonito”, la cabeza de un clan mafioso que controlaba los hilos criminales de las extorsiones, el robo de vehículos y secuestros en la costa oriental del lago de Maracaibo, Zulia, y que fue asesinado en 2008 mientras estaba en una barbería. Después de la muerte de Antonito, los niveles de violencia criminal aumentaron drásticamente en Zulia, con múltiples homicidios, ataques armados y atentados con explosivos contra varios miembros y familiares de esta organización. La presencia de Nelsón Meleán y de varios integrantes de su clan familiar en Colombia estuvo motivada en un principio por la búsqueda de refugio. Pero esto no fue suficiente para escapar de la violencia que azotaba Zulia, pues varios de los enfrentamientos entre facciones rivales cruzaron la frontera. Uno de los protagonistas de la violencia exportada a Colombia, fue Hely Heberto Fernández, alias “El Chamut”, un expolicía que fungió como lugarteniente de los Meleán y ocupó un puesto entre los 10 criminales más buscados de Zulia. El Chamut fue capturado en Colombia en febrero de 2018 luego de quedar herido producto de un intercambio de disparos con otra organización criminal en Cartagena, Colombia. Meses después, cuando se encontraba recuperándose en un hospital en Barranquilla custodiado por la Policía, logró escapar y huyó a su país natal. De acuerdo con los reportes oficiales, el Chamut usaba una identificación falsa para despistar a las autoridades y estaba buscando alianzas con criminales de la costa Caribe colombiana. Al año siguiente, el Chamut terminaría asesinado en Venezuela luego de enfrentarse con las fuerzas de seguridad locales. Otro de los enfrentamientos que se trasladó de Zulia a Colombia y que ganó relevancia mediática fue el de “Yeico Masacre” contra “Sleiter”. Erick Alberto Parra Mendoza, alias “Yeico Masacre” era exintegrante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y sicario al servicio del clan Meleán y Sleiter José Leal, alias “Sleiter”, un antiguo líder carcelario, localmente conocido como “Pran”, del Retén de Cabimas, Zulia, quien operó bajo la sombra de los Meleán. Ambos se trasladaron a Colombia en un intento por proteger a sus familias de la violencia desatada en Zulia y asumir el control de las extorsiones en varias ciudades. Sin embargo, la guerra que llevaron consigo también alcanzó a sus seres cercanos, y durante el huracán de violencia que se desató en varias ciudades de Colombia, cayeron familiares cercanos de Yeico Masacre y, finalmente, el propio Sleiter, quien fue asesinado en 2020 en un ataque armado en Bogotá. Para este mismo año, al menos 30 homicidios en territorio colombiano estaban vinculados a esta disputa. Tras esa confrontación, los subordinados de Yeico Masacre continuaron operando en Bogotá y otras ciudades de la Costa Caribe. Sin embargo, la persecución estatal derivada de la rivalidad con los Meleán impidió que el grupo se consolidara, y su perfil criminal fue perdiendo relevancia con el tiempo. Nuevas oportunidades criminales Ante la falta de oportunidades criminales en Venezuela, causadas por una profunda crisis económica y la reducción de la capacidad de pago de los ciudadanos, varios grupos criminales se vieron forzados a migrar en busca de nuevas fuentes de ingresos ilícitos para mantener sus operaciones. Zulia, que históricamente ha sido un núcleo del crimen organizado en Venezuela, no fue la excepción. “El principal factor de salida del país es la pérdida de oportunidades. Venezuela dejó de ser negocio para algunos criminales. Entonces tienes que irte a otro país, donde es más rentable”, dijo a InSight Crime Roberto Briceño-León, sociólogo y director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Un ejemplo significativo de esta migración es el caso de Bernardino Meleán Frontado, alias “Willy Meleán”, antiguo jefe de Yef Nava y líder de los Meleán, quien fue abatido por las autoridades colombianas en un operativo en noviembre de 2020, mientras estaba escondido en una lujosa hacienda en el municipio de Sabana de Torres, departamento de Santander. “Sus acciones delincuenciales en Colombia comenzaron a partir de 2018, y se concentraron en el homicidio y el tráfico de armas”, declaró en ese entonces el ministro de defensa, Carlos Holmes Trujillo, en una rueda de prensa que confirmaba la muerte de Willy Meleán. Con el fin de evadir a las autoridades locales, Meleán logró infiltrar una sede de la Registraduría en Galapa, Santander, y obtuvo identificaciones fraudulentas para él y otros integrantes de la organización criminal. Su grupo logró expandir sus operaciones en al menos ocho departamentos de Colombia, incluyendo la región de la Costa Caribe y Bogotá, donde el grupo estuvo detrás de varios homicidios selectivos conectados con rivalidades importadas desde Venezuela y la lucha por el control de negocios como el microtráfico, la trata de personas y las extorsiones. Pero las huellas de los Meleán en el continente no se limitaron a Colombia. Las autoridades en Chile también cuentan con registros de la organización. Su presencia se hizo evidente en 2022, cuando Orlando Antonio Báez Montiel fue deportado a Caracas desde Chile. Báez operaba una célula de los Meleán en Santiago de Chile asociada a múltiples asesinatos y extorsiones a comunidades migrantes en la capital, de acuerdo con los reportes oficiales citados en los medios. Más allá del Tren de Aragua La falta de cooperación judicial de las autoridades venezolanas, sumada al desconocimiento regional sobre el entorno criminal de Zulia, ha llevado a que varios de sus principales cabecillas sean presentados como células transnacionales del Tren de Aragua, sin reconocer su largo historial criminal en su estado natal. En octubre de 2023, Guillermo Rafael Boscán Bracho, alias “El Yiyi”, fue capturado en la provincia de Corrientes, Argentina, en un operativo contra una estructura señalada por lavado de activos supuestamente conectada con el Tren de Aragua. Según investigaciones oficiales, los 12 detenidos asociados al grupo del Yiyi canalizaron el dinero proveniente de las actividades ilícitas en Venezuela y usaron aplicaciones en línea para lavar el dinero a través de la compra de propiedades y artículos de lujo. No obstante, la trayectoria criminal de Yiyi en Venezuela se concentró en Zulia y no en Aragua. Su organización criminal estaba implicada en extorsiones y ataques con granadas contra empresas camaroneras y comercios en el municipio de La Cañada de Urdaneta. Su organización era conocida por utilizar redes sociales para enviar mensajes intimidatorios a sus víctimas y a los rivales criminales con quienes competía por las rentas ilícitas de las zonas cercanas al Lago de Maracaibo. Pero Yiyi no fue el único criminal vinculado de manera incorrecta y vaga al Tren de Aragua. En enero de 2025, fue arrestado en Bucaramanga, Colombia, Beraldo Enrique Atencio Padilla, alias “Chocolate”, identificado como uno de los jefes del Tren de Aragua, encargado de las redes de tráfico de migrantes desde Venezuela hacia Ecuador. Atencio Padilla, lejos de tener influencia en Aragua o en alguno de los estados con presencia del grupo en Venezuela, era buscado por las autoridades por ser una de las principales figuras criminales de Zulia y el heredero de El Chamut en los municipios de Jesús Enrique Lossada y Maracaibo. InSight Crime no pudo confirmar de forma independiente los vínculos entre las bandas zulianas y el Tren de Aragua a nivel regional, más allá de los comunicados oficiales. En Venezuela, su relación se asemeja más a la de facciones rivales que competían por distintas economías criminales, sin que existieran pruebas de una alianza entre ambas estructuras. “El Tren de Aragua no logró instalarse en el Zulia. Se expandió por Venezuela, pero no en el Zulia”, concluyó Briceño. A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos Navegación de entradas Semana: Los nexos del chavismo, el ELN, las Fanb y el Cartel de los Soles Marco Rubio expuso ofensiva de EEUU y aliados contra grupos narcoterroristas en el Caribe