En los últimos días, el activista transexual Dylan Mulvaney anunció que se convirtió en la nueva cara de la cerveza más popular de los Estados Unidos, despertando feroces críticas de los sectores conservadores.
El activista trans de TikTok, Dylan Mulvaney, uno de los militantes más famosos del Partido Demócrata en Estados Unidos, fue anunciado el pasado sábado 1ro de abril como el nuevo embajador de la popular cerveza Budweiser, para la línea BudLight, cerveza con reducido contenido de alcohol.
La marca le envió numerosas latas de cerveza al activista que recientemente entrevistó al presidente Joe Biden en la Casa Blanca, con su cara impresa en el envase y celebrando su “primer año como mujer”.
No está claro por qué la cervecería decidió contratar al influencer de izquierda para promocionar su cerveza generalmente enfocada en el público deportivo ya que por su bajo contenido alcoholico es vendida con facilidad en los estadios durante eventos de Baseball, Basket o Football Americano.
Mulvaney anunció el pasado sábado a sus más de 10 millones de seguidores en Tik Tok que BudLight sortearía una suma de US$ 15.000 dólares por el evento deportivo “March Madness” (fases finales del campeonato universitario de basket estadounidense), el cual representa un afluente de público sumamente importante, poseyendo incluso más público que las finales de la NBA.
Mulvaney, sin siquiera saber que el evento se relacionaba con el ámbito del deporte, bromeó con el hecho para posteriormente publicar otro video de mal gusto en el cual se encuentra dentro de una bañadera tomando la cerveza promocionada.
El comentarista conservador John Cardillo, a través de una publicación en Twitter, cuestionó la estrategia de la cervecería en cuanto a su plan de marketing y advirtió que escuchen más a sus consumidores en lugar de adoptar una identidad progresista que no representa los ideales de la marca.
Otros usuarios de la red social también se expresaron de manera negativa frente a la campaña publicitaria de Budweiser, como el periodista Ian Miles Cheong, quien irónicamente aclaró mediante un tweet que “no se trataba de una parodia“, y que pusieron una “mujer falsa” para promocionar una “cerveza falsa“.
El conductor de radio Erick Erickson se preguntó si la publicidad era un chiste relacionado al Día de los Inocentes, el cual se celebra el 1ro de abril en los Estados Unidos. Sin embargo, la marca luego aclaró que se trata de una campaña real y que apoyan a Mulvaney como la nueva cara de su marca.
No es la primera polémica que envuelve al activista trans, ya que el pasado mes publicó un desagradable video en el cual pretendía ser una niña de seis años identificada como ”Eloise”, un personaje ficticio de la literatura de los años ’50 ampliamente adorado por niñas menores de todo el país.
Sin embargo, a pesar de haberse realizado numerosas cirugías con el fín de alterar sus rasgos faciales para que estos se asemejen a los rasgos femeninos, Mulvaney aún conserva sus genitales masculinos, representando un peligro incluso mayor frente a menores de edad cuando realiza este tipo de videos.
Tampoco es la primera campaña que Mulvaney realiza en su papel “femenino” para una compañía, ya que recientemente realizó una publicidad para Eos, destinada a las consumidoras de crema corporal en la cual destacaba que estaba usándola en sus “senos“, los cuales fueron obtenidos a partir de cirugías y la ingesta de hormonas sintéticas.
Frente a la anteriormente mencionada campaña, la activista conservadora Allie Stuckey denotó las intenciones peyorativas frente a las mujeres biológicas a las cuales está destinado el producto, mencionando que representa un gran nivel de ofensa frente a las mujeres que sufren distintos estereotipos de acuerdo a sus senos.
El año pasado, el tik toker transexual visitó en la Casa Blanca al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en donde lo entrevistó sobre temáticas relacionadas con el aborto, los privilegios para las personas trans, el cambio climático e incluso la limitación de la posesión de armas de fuego.
Según el medio New York Post, cada vez que Mulvaney auspicia una marca, o realiza una publicidad a través de sus redes sociales, cobra unos US$ 75.000 dólares, ingreso que en reiteradas ocasiones se duplica cuando realiza el posteo a través de Instagram. Estos ingresos, representan una estimación de alrededor de US$ 1 millón de dólares por año, solo por subir una decena de videos.
A su vez, a principios de marzo, la universidad de Pittsburgh, Pennsylvania, le abonó la suma de US$ 26.250 dólares tras haber sido orador en una conferencia. Entre otros emprendimientos, Mulvaney también suma dinero mediante la venta de buzos rosas con temáticas de niñas pequeñas por un valor de US$ 54 dólares la unidad.
Todos los negocios mencionados, dieron sus frutos para el polémico activista trans, ya que adquirió una lujosa casa en la ciudad de Los Angeles, realiza viajes todos los años a la polinesia francesa (donde se hospeda en lujosos hoteles) desde donde filma su contenido e incluso eroga montos de US$ 800 dólares por noche en el Hotel Plaza de Nueva York, en donde filmó uno de sus más polémicos videos, haciéndose pasar por una niña de 6 años.
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