Esta evaluación busca responder preguntas sobre cómo los programas sociales administrados por el régimen chavista de Venezuela se convirtieron en un mecanismo perfecto para construir una red de corrupción internacional generalizada en beneficio del presidente y sus compinches. Examina el papel fundamental que desempeñan las potencias extranjeras, es decir, Irán y Turquía, en estas operaciones ilegales clandestinas.
Por Magdalena Defort
Introducción
El Comandante Hugo Chávez Frías anunció el programa ‘Bolivariano’ , parte de la Alianza Bolivariana, como una forma socialista, nacional-patriótica de combatir la pobreza, la desigualdad social y la corrupción. El programa bolivariano se inició después de que él asumiera oficialmente el poder en el año 2000. Según sus seguidores, esta plataforma sería un modelo para que otros países luchen contra la esclavitud moderna promovida por la globalización y el capitalismo de Estados Unidos. Los programas sociales, conocidos como misiones (missions), encarnados en la ideología chavista se caracterizaron por un estilo extravagante en su búsqueda por aliviar la pobreza y la desigualdad social.
Entre 2005 y 2015, el régimen de Chávez implementó una serie de misiones para sacar del hambre al segmento más pobre de la sociedad. En teoría y en la práctica, las misiones mejoraron significativamente el statu quo de los que no pertenecen a las élites. Misión Barrio Adentro (‘Misión en el vecindario’) tenía la intención de llevar el sistema de salud, en su mayoría apoyado por personal médico cubano, a áreas rurales remotas para establecer centros de atención primaria. El siguiente, ‘Misión Robinson’, estaba destinado a enseñar a adultos analfabetos a escribir, leer y aritmética básica. Ambos programas parecían ser ‘sin costo’. Sin embargo, esta y otras misiones fueron diseñadas para construir un chavistabase ideológica de simpatizantes y, lo que es más importante, construir una red de relaciones para mover los fondos sociales a través de su red. Como resultado, la ‘ayuda’ social fue esencialmente una estrategia para encubrir operaciones ilícitas, es decir, lavado de dinero, extracción de minerales estratégicos y, lo que es más importante, la penetración de potencias extranjeras en el país. Ver Figura 1 sobre las misiones venezolanas y las redes de aprovechamiento ilícito que se han establecido:
Fuente: Información del autor (Representación de El Centro)
El currículo político chavista (‘ Chavismo ‘) consistió en una serie de programas sociales para combatir el hambre, y combatir la pobreza extrema y el analfabetismo en Venezuela. Fue lanzado por El Comandante, Chávez, y continuado por Nicolás Maduro. Desde sus inicios, el programa misional fue acusado de malgastar los fondos asignados directamente a los consejos comunales para la realización de las obras públicas[1]. Aunque todos los programas sociales sirvieron a los objetivos políticos de ganar una base de simpatizantes mientras se administraban libremente los recursos de Venezuela, los episodios posteriores de la iniciativa giraron en torno al uso de estos recursos para sostener a la población. Es decir, utilizó los recursos naturales, es decir, el petróleo y el oro, para proporcionar alimentos a la gente. El régimen afirmó que esto era necesario ya que el poder estadounidense los privó de esta seguridad básica. En realidad fue una tapadera para la extracción masiva de recursos que empobreció a la gente. Por eso,el objetivo real de este ‘intercambio’ era mover los recursos de Venezuela a sus aliados extrahemisféricos a través del establecimiento de un esquema de corrupción a gran escala.
Dos misiones: ‘Petróleo por alimentos’ y ‘Oro por alimentos’ fueron fundamentales y alcanzaron un sistema multicapa de corrupción sin precedentes que integraba los niveles nacional e internacional. Históricamente, un programa similar de ‘Petróleo por alimentos’ se estableció en 1996, bajo el régimen de Saddam Hussein, para sacar al pueblo iraquí del hambre. Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impuso reglas especiales para comprar los bienes básicos para el petróleo, el director del Programa Petróleo por Alimentos de la ONU, Benon Sevan, fue acusado de participar en un esquema sin precedentes en ese momento en el que el círculo íntimo de Hussein se benefició del «petróleo». vales por valor de millones de dólares para recompensar a las personas y ayudar a las empresas a evadir las sanciones.[2] A pesar de que la operación financiera de Hussein estaba supervisada por la ONU, tenía libertad para elegir socios para el intercambio de petróleo por alimentos.
Misión 1: ‘Petróleo por alimento’
La estrategia ‘Petróleo por Alimentos’ de Venezuela para evadir las sanciones de EE. UU. y continuar realizando su comercio de envío de petróleo, a cambio de importar alimentos y suministros médicos, se lanzó en 2016. L os Comités Locales de Abastecimiento y Producción ( Comité Local de Abastecimiento y Producción – CLAP) estaban a cargo de proporcionar raciones de alimentos subsidiados a los venezolanos pobres. Políticamente, la función de los CLAP era combatir la supuesta ‘guerra económica’ librada por los enemigos del gobierno en el sector privado. Como resultado de la falta de confianza, los chavistas excluyeron a los intereses comerciales de la conducción de los comités, especialmente porque se trataba de grandes sumas de dinero[4].
CLAP contrató a compañías ‘fantasma’ y éstas, a su vez, subcontrataron a otras para encubrir un sofisticado esquema de corrupción a gran escala para perseguir sus objetivos secretos. CLAP era una plataforma de control social diseñada para premiar a los partidarios de Maduro y castigar a la oposición. Actualmente, su objetivo declarado no es solo paliar el hambre sino también luchar contra la pandemia de COVID-19. Para esta estrategia, el régimen necesitaba una nueva sede para llevar a cabo sus operaciones ilícitas y contrató empresas para facilitar el flujo ilícito de grandes sumas de dinero.
Dos firmas mexicanas, Libre Abordo y Schlager Business Group , sirvieron como empresas comerciales ficticias para intercambiar petróleo por alimentos y para comprar petróleo y enviar cajas de alimentos. Libre Abordo vende artículos de limpieza, equipos hospitalarios y productos agrícolas. Schlager Business Group trabaja apoyando a las empresas. Según el Tesoro de los Estados Unidos, Libre Abordo revendió más de 30 millones de barriles de crudo venezolano. Ninguna de las empresas tenía experiencia previa en el sector petrolero.[5]
Los intermediarios entre los contratistas mexicanos y el gobierno de Venezuela fueron Álex Nain Saab Morán y su asociado Álvaro Enrique Pulido Vargas (Pulido). En 2009, ambos crearon el Fondo Global de Construcción para licitar los contratos de vivienda del régimen chavista . Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en 2011 el Gobierno de Venezuela adjudicó un contrato de vivienda a la empresa de Saab y Pulido para construir 25.000 viviendas en Venezuela; el contrato pagó a Saab y Pulido de tres a cuatro veces el costo real de construir cada vivienda de interés social, que estaba destinada a las poblaciones más vulnerables de Venezuela.[6]
De acuerdo con el Departamento del Tesoro de los EE. UU., Libre Abordo actualmente está designado para operar en el sector petrolero de la economía venezolana y ha asistido, patrocinado o brindado apoyo financiero, material o tecnológico, bienes y/o servicios de apoyo material. de Petróleos de Venezuela –PdVSA (Petróleos de Venezuela).[7] Así, el esquema de esta empresa mexicana es otra capa que roza mayores gastos por precios inflados por transacciones realizadas a través del flujo de caja de Venezuela.
Misión 2: ‘ Oro por alimentos’
El comercio ilícito de oro, ‘Oro por alimentos’, es otra misión con objetivos similares a los del esquema ‘Petróleo por alimentos’. Su objetivo es encubrir la red de corrupción altamente sofisticada que involucra a múltiples países y empresas que busca ocultar los flujos ilícitos de dinero y bienes.[8] Turquía jugó un papel decisivo en este esquema. Aunque esta nación extrahemisférica del Medio Oriente tuvo la intención de establecer comercio con América Latina durante años , Chávez siempre se opuso a cualquier acuerdo con Turquía porque se negó a apoyar el régimen de Bashar al-Assad. Sin embargo, en 2016, finalmente se inauguraron los vuelos de Turkish Airlines entre Estambul y Caracas,[9] y según Aykan Erdemir,Turquía se convirtió en una jurisdicción permisible para la participación en la red de finanzas ilícitas y evasión de sanciones.
La solidaridad del presidente turco con países sancionados como Venezuela e Irán es parte de un giro general hacia regímenes autoritarios y cleptocráticos y un desafío al orden internacional liberal liderado por Estados Unidos. A menos que Washington persiga a los elementos restantes de la red del régimen de Maduro en Turquía, Erdoğan verá esta inacción como una licencia para nuevas transgresiones que involucran no solo a Venezuela sino también a otros regímenes rebeldes.[10] Curiosamente, Tereck El Aissami, ministro de Petróleo de Venezuela desde abril de 2020, ocupó anteriormente cargos gubernamentales de prestigio en los gobiernos de Chávez y Maduro. El Aissami, que fue sancionado como capo de la droga por EE. UU. en 2017 con vínculos con el Hezbolá libanés, concluyó un acuerdo sobre el oro con el presidente de Turquía.
Según Kurdistan24, un amplio mecanismo de soborno y corrupción que beneficia a los funcionarios gubernamentales de los dos países puede desempeñar un papel importante.[11] En 2016, Minerven, el único conglomerado oficial de minería estatal, estuvo a cargo de vender legalmente el oro comprado de la exploración de selvas, sabanas y colinas donde la minería era ilegal debido a su control por parte de grupos armados.[12] Maduro creó una empresa mixta Minerven-Marilyns Project Yatrim AS, Venezuela-empresas mineras turcas. Según Bloomberg, Venezuela envió al menos $900 millones en oro.[13] El oro se convirtió en dinero en efectivo que a su vez pagó la comida.
Álex Saab: Superfacilitador
Irán es otro de los socios extrahemisféricos de Venezuela involucrados en esquemas petroleros ilícitos. En mayo de 2020, Irán envió a Venezuela varios camiones cisterna de fuel oil que el gobierno de EE. UU. creía comprados con oro y por empresas fantasmas controladas por Álex Saab. El interés de Irán en Venezuela aparentemente comenzó cuando el Tesoro de EE. UU. impuso las primeras sanciones al programa nuclear de Irán relanzado por el presidente Mahmoud Ahmadinejad en 2005. En ese momento, Chávez comenzó a construir una amistad con el socio petrolero anti-EE.UU., Irán. Desde entonces, Venezuela e Irán, que se encuentran entre los países más sancionados, se necesitaron mutuamente para perseguir negocios ilícitos y evadir sanciones.
Según Middle East Eye, desde abril de 2020, Irán envió cinco petroleros con alrededor de 1,5 millones de barriles de petróleo a Venezuela.[14] Irán entregó aditivopara ayudar a refinar la gasolina. Según algunos expertos, Venezuela pagará el petróleo con oro como única alternativa que tiene este país. El oro se convirtió en una sola opción para este país rico en petróleo debido a los bajos precios del crudo en el mercado y las dificultades en su extracción: la tecnología obsoleta y la falta de conservación fueron factores importantes para cambiar el crudo por oro. Luego de hechos sin precedentes el 12 de junio de 2020, relacionados con la captura de testaferros de todo el esquema Álex Saab. Saab estaba a su regreso de Irán como negociador del próximo ‘canje’: la compra de una aeronave para crear un corredor aéreo entre Venezuela e Irán sin necesidad de escala. La aeronave es un Avior 340-300, propiedad de Aviasa, que pasará a la Aerolínea Nacional Conviasa. Según PanAm Post,este gigantesco avión tiene capacidad para transportar 275 toneladas y recorrer 13.500 km sin escala.[16]
Este esquema de corrupción a gran escala sin precedentes fue construido por Álex Nain Saab Morán, un empresario colombiano de Barranquilla, capital del departamento del Atlántico y conducto de drogas y dinero ilegal, conocido por los Papeles de Panamá.[17] Saab tiene doble nacionalidad colombiana y venezolana. Su carrera comenzó vendiendo llaveros y, posteriormente, uniformes de trabajo en las calles de Barranquilla, y terminó exportando mercancías a Venezuela. Saab no solo estuvo involucrada, sino que incluso fue la mente maestra de su expansión en el chavismored de corrupción del régimen durante la presidencia de Hugo Chávez debido a su conexión con el gobierno de Colombia. En 2011, Chávez lanzó la ‘Gran Misión Vivienda’ para construir viviendas a precios asequibles para personas de bajos recursos. Saab y Pulino firmaron un contrato de suministro de materiales para la construcción de viviendas con Chávez y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos.[18]
Según Alberto Ray, Saab, un superfacilitador, fue “un artífice de los esquemas lucrativos del régimen, especialmente a través de las drogas, el oro y el petróleo”.[19] Los recursos naturales (petróleo y oro) son extraídos grupos estatales (es decir, las FARC – Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y ELN – Ejército de Liberación Nacional ) para cubrir los gastos de alimentos y equipos médicos fue un derivado de un amplio esquema de corrupción internacional que permitió a Venezuela evadir las sanciones de EE. UU. Saab es el segundo desde arriba en las capas del esquema, después de Maduro y sus compinches. Es un testaferro para ocultar todas las operaciones ilícitas y diseñar la logística de las operaciones de esta red ilícita.
El 12 de junio de 2020, Saab fue detenido en Cabo Verde, la nación insular de África Occidental, de conformidad con una notificación roja de INTERPOL para su extradición a los Estados Unidos. Actualmente, todo el papeleo de extradición está en proceso porque EE. UU. y Cabo Verde no tienen un tratado de extradición vigente. Según el informe del Centro para una Sociedad Libre y Segura, el Ministro de Industrias y Producciones Nacionales de Venezuela, Tereck El Aissami, designado por Maduro en junio de 2018, envió a Saab como enviado a Teherán para establecer un esquema de ‘oro por gas’. [20] En julio de 2019, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE. UU . designó tanto a Álex Saab como a su socio comercial Álvaro Pulino, como Nacionales Especialmente Designados (SDN) bloqueando sus activos, por ejecutar el esquema CLAP en nombre y beneficio del régimen de Maduro. .Sin embargo, no solo EE. UU., sino también Colombia ha solicitado la extradición de Saab por su actividad de narcotráfico y su conexión con Jorge Luís Hernández Villazón, conocido como Bolliche, un colombiano excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia ( Autodefensas Unidas de Colombia ). AUC), un grupo paramilitar de derecha y narcotraficante.
Conclusión
el chavistaEl esquema de corrupción alcanzó un nivel de sofisticación sin precedentes debido también a la participación de poderes sancionados extrahemisféricos: Turquía e Irán. Esta red de corrupción a gran escala no solo se inmiscuyó en la política exterior de EE. UU. hacia Venezuela, sino que también benefició a estos regímenes deshonestos al influir en el comportamiento del gobierno de Venezuela para mantener a su dictador en el poder. Para ello, las potencias extrahemisféricas mantuvieron su influencia en Venezuela por su alineamiento autoritario similar al régimen caribeño. Además, se incrustaron en una de las capas de corrupción no solo para acumular dinero robado de los recursos naturales, sino también para evadir las sanciones estadounidenses impuestas contra ellos, hacer un trato con el régimen cleptocrático de Venezuela y afianzar su alcance en el hemisferio occidental. .
Venezuela es un paraíso seguro para los grupos terroristas de Medio Oriente: la milicia respaldada por el representante de Irán, el Hezbolá libanés, encontró un campamento perfecto para su entrenamiento. Finalmente, el régimen de Maduro apoya públicamente el programa nuclear de Irán y proporciona algunos de los minerales estratégicos que no existen en el país islámico. Turquía también encontró en este país latinoamericano un aliado por su alineamiento con el régimen cleptocrático de Maduro.
A pesar de la marca altruista de las misiones chavistas , su objetivo declarado era aliviar el hambre entre la población de Venezuela, Chávez tomó el poder sobre las élites y nacionalizó los recursos naturales para distribuir ostensiblemente los fondos de los recursos entre el pueblo de Venezuela. Desafortunadamente, esto fue en gran parte una artimaña y el segmento desfavorecido de la sociedad venezolana fue robado y engañado. Hugo Chávez y luego Maduro utilizaron un régimen cleptocrático para forjar una ‘Empresa Criminal Conjunta Bolivariana’ para la extracción de recursos que no solo robó a su nación, sino que traicionó a su pueblo y vendió su país al permitir que potencias extranjeras rebeldes penetraran y se entrometieran en los asuntos internos de Venezuela. .
