Compartir

Un documento presentado ante la Fiscalía de Caracas revela que el abogado de César Augusto de Caro Marino, en paradero desconocido desde 2008, tenía acceso desde años antes a una cuenta de inversión en Nueva York a nombre del desaparecido

Morris Villaroel

Por La Razón

El 15 de julio de 2008, César Augusto de Caro Marino salió temprano de su apartamento en la urbanización Altamira rumbo a su oficina en Santa Lucía, en el estado venezolano de Miranda. Nunca llegó.

Apenas cuatro horas después de su desaparición ya se hablaba de un “secuestro”. La primera denuncia fue redactada y canalizada por el abogado Mario Villarroel Lander, quien —según su hermana Milagro Elfrida De Caro Ortiz— asumió el control total del caso, desde la narrativa pública hasta la administración de los bienes del desaparecido.

César Augusto De Caro Marino
César Augusto De Caro Marino junto a Morris Villarroel

Un documento consignado ante la Fiscalía 64 del Área Metropolitana de Caracas revela que Villarroel tenía acceso desde años antes a una cuenta de inversión en dólares abierta a nombre de César De Caro en Merrill Lynch, Nueva York, con un saldo aproximado de 9 millones de dólares, según informa el medio Noticiero Digital.

Merrill Lynch, Nueva York
Merrill Lynch, Nueva York

Esa firma compartida provenía —según la denunciante— de una autorización que la madre del joven, Maritza Marino Ramos, otorgó a Villarroel antes de morir en el 2000, cuando su hijo tenía apenas 23 años.

En 2008, César De Caro viajó a Nueva York para revocar ese poder y quedarse como único titular. A su regreso, le contó a su padre que no había logrado retirar la firma de Villarroel. Pocos días después, desapareció.

De acuerdo con Noticiero Digital, las declaraciones ante la Fiscalía describen un entorno de confianza y ambigüedad. César mantenía una relación con Nohelia Carolina Betancourt Arellano, una joven que —según los familiares— alternaba entre ser su novia y amiga del hijo del abogado, Morris Villarroel Sierralta.

“Se rumoraba que Nohelia y Morris mantenían una relación sentimental oculta, pero como él era casado, usaban a César como fachada”, relata Milagro De Caro en su escrito.

El día de la desaparición, Betancourt fue la primera en atender el teléfono en el apartamento de Altamira y, junto a Mario y Morris Villarroel, notificó a las autoridades. Según la denuncia, los Villarroel controlaron la escena y la versión del secuestro antes de que la familia tuviera tiempo siquiera de asimilar la ausencia.

La historia oculta de Mario Villarroel Lander

 

A partir de ese momento, los bienes de César de Caro —apartamentos, quintas y obras de arte— quedaron bajo la órbita de Betancourt, quien continuó viviendo en el PH y en el apartamento de playa en Higuerote.

“Se comportaba como una viuda alegre, hacía fiestas y viajaba al exterior mientras mi hermano seguía desaparecido”, escribió Milagro De Caro.

Su padre, Nicolás De Caro, intentó recuperar los inmuebles y pidió al abogado Villarroel que desalojara a Nohelia. La respuesta, según la denuncia, fue un pedido de 200 mil dólares “para entregárselos a ella y cerrar el asunto en silencio”.

Poco después, Morris Villarroel abandonó el país y se instaló temporalmente en Madrid, según ND.

Tras la muerte del padre en 2011, los herederos esperaban asumir la administración de los bienes. Pero entonces, los abogados del escritorio Villarroel —según la denuncia— movieron sus influencias en los tribunales civiles para que Nohelia Betancourt fuera reconocida como concubina del desaparecido.

Esa maniobra le otorgaría acceso legal a todo el patrimonio de César De Caro, sin necesidad de prueba alguna.

Incluso se abrió un cuaderno separado de medidas cautelares, algo inusual en una causa no admitida, para designarla administradora de los bienes. El tribunal involucrado, presidido por el juez Eder Jesús Solarte, fue señalado en la denuncia por actuar con “creatividad jurídica” para facilitar esa designación.

“Querían legitimar un concubinato inexistente y borrar la huella de la cuenta en dólares que sigue en manos del abogado Mario Villarroel”, escribe Milagro De Caro.

El expediente también menciona los vínculos de Mario Villarroel con el entonces magistrado del TSJ, ahora exiliado, Eladio Aponte Aponte, quien habría habitado una de las propiedades del desaparecido como favor personal.

En los pasillos judiciales, se comentaba que el despacho Villarroel Lander mantenía ascendencia sobre varios jueces civiles, lo que explicaría —según la familia— las decisiones “a medida” en el caso.

Mientras tanto, el supuesto secuestro de César De Caro jamás se resolvió. Ningún responsable fue identificado, ni se halló cuerpo alguno. Pero los bienes del desaparecido —valorados en varios millones de dólares— sí cambiaron de manos, explica la información de Noticiero Digital.

Han pasado más de quince años desde aquel 15 de julio de 2008. La Fiscalía mantiene abierto el expediente 01-F64-0103-2012, aunque sin avances visibles.

Para la familia De Caro, lo que comenzó como un secuestro terminó siendo una operación jurídica perfectamente calculada para vaciar una herencia.

“Mi hermano no fue secuestrado. Lo mandaron a matar para quedarse con su dinero”, escribió Milagro De Caro al cierre de su denuncia.

 

RESUME:

César Augusto De Caro Marino, a Venezuelan man, disappeared on July 15, 2008, after leaving his apartment in the Altamira urbanization in Miranda State, Venezuela, and was presumed to have been kidnapped. His case has been marked by allegations of a cover-up involving his lawyer, Mario Villarroel Lander, who reportedly assumed control of the case and the management of De Caro’s assets. A document presented to the Caracas Fiscalía reveals that Villarroel had access to a New York investment account in De Caro’s name, holding approximately $9 million, which he allegedly maintained through a power of attorney granted by De Caro’s mother before her death in 2000. De Caro reportedly attempted to revoke this power of attorney during a trip to New York in 2008 but was unsuccessful before his disappearance.

The family alleges that Villarroel, along with his son Morris Villarroel Sierralta and Nohelia Carolina Betancourt Arellano—described as both De Caro’s girlfriend and a friend of Morris—orchestrated a scheme to seize his assets. Betancourt allegedly continued living in De Caro’s properties and was later recognized as his concubine by a Venezuelan court, a designation that granted her legal access to his estate despite the lack of evidence. The family claims this judicial maneuver was facilitated by judicial influence, with the case being presided over by Judge Eder Jesús Solarte, who was accused of using “creative jurisprudence” to legitimize the fabricated relationship.

In November 2024, the Venezuelan judiciary recovered De Caro’s properties from individuals acting as front men for Villarroel, including a Rolls-Royce, which was described as a “vehicle of kings,” and other items such as materials from the International Red Cross and subversive literature. The recovery followed a long legal battle and the 2023 removal of Villarroel from his position due to financial irregularities and labor abuses. The case remains open, with the Fiscalía 64 of the Metropolitan Area of Caracas maintaining the investigation, though no resolution has been reached regarding De Caro’s fate. The family continues to assert that De Caro was murdered to facilitate the theft of his wealth.

A petición de nuestra audiencia todos los anuncios publicitarios fueron removidos

Por abc noticias

www.abcnoticias.net es periodismo independiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *