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Fernando Capace Esquifi, el coronel venezolano vinculado con una trama internacional de lavado de dinero surgida en Argentina

El grupo de Whatsapp Buenos Aires, que integraban el falso abogado (Marcelo D’alessio), el ex espía Bogoliuk, Marcelo González Carthy de Gorriti y el empresario Pablo Bloise. La Operación Aldo Pérez, el lavador socio de estafadores mexicanos y de un coronel chavista que perteneció a la Guardia Nacional venezolana. Todo eso en esta investigación dividida en varias partes. Hoy, primera parte, el operativo Aldo Pérez y el prontuario de sus protagonistas.

EL GRUPO BUENOS AIRES

Cuando a mediados de 2018 el ex comisario bonaerense y ex agente de la AFI Ricardo Bogoliuk creó el grupo de Whatsapp «Buenos Aires», incluyó al falso abogado Marcelo D’alessio, a los empresarios Pablo Bloise y Marcelo González Carthy de Gorriti. No cabe duda alguna sobre el objetivo inmediato del grupo: aportar la logística financiera y de banca virtual adecuada para que algunos joint ventures resultasen exitosos.

El juez Ramos Padilla les imputó a D’Alessio, Bogoliuk y Bloise el haber tomado parte de una asociación delictiva, junto a González Carthy de Gorriti, dedicada a efectuar, al menos desde el 20 de marzo al 11 de diciembre de 2018, transferencias financieras internacionales -en algunos casos incluso millonarias- en dólares y euros. El trabajo del Grupo Buenos Aires era conectar a las distintas partes de los acuerdos (“sender” y “receiver”) a cambio de una comisión porcentual por cada una de las millonarias transacciones. Los integrantes del grupo sabían del origen ilícito de los fondos que eran transferidos mediante estas operaciones, ya que precisamente su objetivo era dar apariencia de licitud a los fondos y ponerlos en circulación en el mercado.

Ramos Padilla en su dictamen señala «no puede descartarse que las distintas operaciones que se habrían de realizar fueron reclamadas por los mismos actores que iban segmentando las transferencias y cambiando algunos nombres a fin de no levantar sospechas. Es decir, podría tratarse de un único gran negocio con tramos diferenciados de transferencias millonarias o de varios negocios vinculados de algún modo, para los que el grupo “Buenos Aires” proveía de una ingeniería financiera.»

Las cifras que se mencionan en las charlas de aquel grupo son realmente asombrosas. Transferencias de 100 millones de euros, 290 millones de euros, 500 millones de euros, etc. Lo que también queda bastante claro es que ese dinero no era blanco. Era dinero negro. Y a juzgar por los nombres que figuran en los documentos a los que este medio pudo acceder, y las conclusiones de la justicia, lo más probable es que sea dinero proveniente del narcotráfico.

Ni bien se conocieron detalles de esta causa por lavado de dinero contra D’alessio, que circula por un carril paralelo a la causa de extorsión que se inició con la denuncia del phantom farmer Pedro Etchebest, abundaron datos de papeleo pre-transferencias, nombres islámicos, orientales y una madeja de sociedades offshore desperdigadas por el mundo. Esta causa nació después de abrirse los archivos allanados en las oficinas y la casa de Canning del falso abogado.

OPERACION ALDO PÉREZ

Entre los integantes del grupo Buenos Aires diagramaron documentos para una millonaria transferencia a través de una falsa banca offshore replicada de la original del Foreign Finance Bank, asentado en las Islas Comores. Se diseñó una web apócrifa que intentaba pasar como la original, con la clara intención de cometer fraudes. La web en cuestión aún sigue vigente y es http://www.foreignfinance-bank.net

En los documentos hallados para la operación millonaria de D’alessio, Bloise y Bogoliuk hicieron figurar un mail también apócrifo de Mike Jefferson, el IT Manager del banco Foreign Finance, cuyo dueño es el empresario y doctor iraní Reza Hossienpour. La abundante opacidad respecto a este tipo de bancas online, que también son creadas y usadas con fines non sanctos, principalmente el lavado y el ocultamiento, hace que sea frecuente este tipo de estafas.

En este caso específico del grupo Buenos Aires, la diagramación se intentó llevar a cabo junto al argentino-italiano Aldo Pérez, residente hace años en el pequeño pueblito de Pescara. En la operación, el sender (quien envía el dinero) Aldo Sánchez busca mover sus millones desde una cuenta en el Foreign Finance Bank en las Islas Comoras a nombre de la empresa Aldo Sánchez Building and Enterteinments, con la intervención del oficial bancario Mike Jefferson. De las conversaciones surge con claridad que Carthy de Gorriti tuvo trato directo tanto con Aldo Sánchez como con el oficial bancario del Foreign Finance Bank de Islas Comoras, Mike Jefferson. Entonces ¿Jefferson puenteaba operaciones por fuera del banco Foreign Finance sabiendo que se utilizaba una web pantalla falsa para las transferencias a cambio de una jugosa comisión  o bien D’alessio y su banda usaron el nombre de Jefferson para darle apariencia legal a la transacción? La Justicia se inclina por la primera. Incluso D’alessio propone «colgar» una nueva web simulando la original del banco Foreign Finance.

El empresario Pablo Bloise, por sus contactos y conocimientos, fue el encargado de diseñar la ingeniería financiera, especificando la documentación requerida para este tipo de transacciones, pero también aportó los contactos para la estructura receptora de los fondos a través de las conversaciones con los lavadores dominicanos Eglaín Villanueva y Claudia Morales. En esta operación, la parte que surgió como «receiver» (quien recibe el dinero) fue la constructora turca Eksi Group representada por Ahmet Cakmak –que tenía contacto con Bloise-, y los fondos se recibirían en una cuenta bancaria en el Is Bankasi Bank de Turquía, con la intervención del oficial bancario Aziz Ozben.

La distribución del dinero a lavar era la siguiente: el 75% retornaba al «sender» a través de la offshore HS Global Company Limited, registrada en Vietnam en el año 2016. Un 21% se quedaba el Eksi Group de Turquía por sus servicios de «receiver», y un 4% se repartía entre los diferentes gestores de la operación, entre ellos el grupo Buenos Aires, a través de la compañía Gold Max Development Limited, una offshore registrada en Hong Kong en 2016, que nada tiene que ver con la que el juez Ramos Padilla atribuye en su dictamen y que quedó inactiva desde 2013. Gold Max no es lo mismo que Goldmax. Un error grosero del juez. O no. Este dato es crucial en la causa, ya que investigar una offshore incorrecta no va a llevar al juez a descifrar y revelar el destino del dinero negro que recibieron D’alessio y su banda de lavadores.

Gold Max es representada en la operación de lavado por Joaquim Badía López, ligado al empresario español Raúl Pons Serraclara y al lavado de dinero a través de la creación de empresas pantalla.

EL PRONTUARIO

El santafecino Aldo Pérez es oriundo de la pequeña localidad de Totoras, por donde pasa la ruta nacional 34, clave en la distribución de estupefacientes del núcleo narco afincado en Rosario y sus alrededores. Sánchez reside en Italia hace décadas. En 2004 se vió involucrado en una causa por narcotráfico, y en 2010 en otra causa por intento de estafa contra el Banco del Vaticano al pretender, junto a un grupo de mexicanos y un venezolano, introducir en el mercado financiero unos bonos mexicanos del año 1930 como activos cuando en realidad eran solamente papeles viejos. Auténticos eso sí, pero viejos. Con un valor únicamente en el mercado de antiguedades o en algún fanático coleccionista. O sea, papeles que tenían sólo valor numismático. La operación estafa era por un monto cercano a los 900 millones de dólares, a través de una fundación de cobertura llamada Pescara Ivec (In veritate et charitate).

Aldo Eduardo Sánchez

Aquella banda liderada por el argentino Aldo Pérez fracasó en su intento, ya que saltaron las alarmas en la justicia italiana al chequear los antecedentes de Pérez y confirmar que contaba con un par de causas anteriores por estafas similares, aunque de montos menores. En una de aquellas causas, a través de un allanamiento, a Pérez le encontraron 21 especies distinas de bonos americanos, argentinos y rusos.

En la práctica, y con la promesa de rentas sustanciales, las víctimas de Aldo Pérez estaban obligadas a vender o vincular, a favor de una entidad de crédito, certificados de depósito u otros títulos que certifiquen recursos financieros, como garantía del éxito de la operación. Básicamente la operatoria de Pérez se basó en un procedimiento que en el mundo financiero se conoce como «programas de alto rendimiento»: formas de inversión que permiten a quienes poseen activos millonarios obtener ingresos bancarios muy altos en muy poco tiempo. Las promesas de Pérez no brillaban. Ni eran oro.

Quizás por el fracaso de la trunca estafa fue que en mayo de 2019, la justicia italiana absolvió a toda la banda: el argentino Aldo Eduardo Sánchez, la contadora italiana Mariagiovanna Calafiore, los mexicanos Javier Limón Segovia, Sergio Briffault Sánchez, Jaqueline Sánchez López y el empresario venezolano Fernando Capace. Los mexicanos eran parte de una banda ligada al ex senador Arturo Herviz, que en el año 2009 estafó a miles de ciudadanos. Con la promesa de la vivienda propia, les pidieron dinero a miles de personas asegurando que la Unión Europea les construiría casas por sólo 35 mil pesos mexicanos. Después de que la banda delictiva se hiciera de millones de pesos, desaparecieron. Ante esto, los damnificados denunciaron al senador Herviz y a Javier Limón.

LA SOMBRA DEL CARTEL DE LOS SOLES

El Coronel de Venezuela Fernando Capace Esquifi lleva 4 décadas de servicio. Ha desempeñado cargos entre muchos otros, como Consultor Jurídico del Ministerio de la Defensa, Consultor Jurídico de la Guardia Nacional y Fiscal Superior ante el Consejo de Guerra Permanente de Maracay. Es también Abogado, Licenciado en Ciencias y Artes Militares y Magíster en Gerencia de Seguridad Pública y Altos Estudios Estratégicos. Durante el golpe de Estado de 2002, fue el único componente de la Guardia Nacional que participó en la Operación Rescate de la Dignidad Nacional, redactando el Manifiesto de la referida Operación e integró el grupo de rescate del Presidente Hugo Chávez en La Orchila.

Fernando Capace Esquifi condecorado por Hugo Chávez en 2003

El 13 de Abril de 2003, fue condecorado por Chávez con la Orden Libertador en 3ª Clase, la máxima condecoración que reciben los militares, por haber participado del grupo de élite que evitó el golpe de estado contra el por entonces presidente venezolano. Su nombre completo es Fernando Karim Capace Esquifi. Luego de su labor en el desarme del fallido golpe, el abogado y coronel Capace Esquifi fue designado en varios puestos del Ministerio de Defensa.

En el año 1994, cuando Capace Esquifi ya formaba parte de la Guardia Nacional, fue noticia en los medios al verse involucrado en el tráfico de 1200 kilogramos de cocaína detectados en le puerto de Liverpool, en Inglaterra. Cuatro años antes, en 1990, el militar venezolano creaba en Panamá la compañía offshore Empresa Durese SA, junto a su esposa Mercedes Feullebois y al ciudadano libanés Mohamad Ali Laila. Esta sociedad panameña, en el año 2009 rubrica un Acuerdo de Consultoría con la constructora brasilera Andrade Gutiérrez por el cual la sociedad panameña se hacía cargo de los estudios técnicos para la elaboración de una futura oferta de licitación para la ejecución del Proyecto Bayovar en Perú. ¿El Coronel Capace fue parte del famoso Cartel de Los Soles que involucra a la Guardia Nacional bolivariana? ¿El millonario botín que Aldo Pérez intentó lavar a través de D’alessio y sus amigos involucra fondos del coronel venezolano? ¿Esos fondos tienen su origen en el narcotráfico?

En ese acuerdo se deja constancia además que de los pagos que reciba Empresa Durese SA por este acuerdo, el libanés Mohamad Ali Laila se queda con el 75% y el coronel valiente con el restante 25%, y que todos los fondos que reciba la empresa se canalizarían sobre la cuenta 020901225 del Banco Nacional de Panamá. El proyecto Bayovar creó en Perú una planta desalinizadora para alimentar una mina a cielo abierto, que lleva el mismo nombre y que opera la subsidiaria brasileña Miski Mayo.

BNDES es la gran financista de gran parte de la obra pública latinoamericana, aunque la poca transparencia con la que se desenvuelve esta financiera solo permitió conocer los detalles y montos de algunos de estos préstamos. El resto se encuentran protegidos por un absoluto secretismo. La base de datos revela que al menos 60 créditos tuvieron como destino el Perú.

El proyecto Bayovar se llevó a cabo a través del financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, entidad financiera que luego estuvo envuelta en el escandaloso affaire del Lava Jato, al ser la banca que financió gran parte de las constructoras involucradas en el mega escándalo judicial brasilero.

El coronel venezolano también figura en otra offshore panameña: Inversiones Building Texas SA, creada en 2015, dirigida por Capace Esquifi y su familia. También en enero de 2013 hizo su ingreso en la compañía Swisstrade Management AG, radicada en Zurich, Suiza.

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