Los ucranianos que huyeron de una invasión rusa comenzaron a llegar a Polonia, y decenas llegaron el jueves al normalmente tranquilo cruce de Medyka, algunos con equipaje y acompañados de niños.
Funcionarios de los países de la Unión Europea que limitan con Ucrania, incluidos Rumania y Eslovaquia, aseguran que por ahora no había una gran afluencia de refugiados, pero los medios locales y testigos afirmarón que el tráfico peatonal estaba aumentando.
Alexander Bazhanov huyó de su hogar en el este de Ucrania con su esposa y su hijo pequeño, tomando solo lo que podían cargar y caminando la parte final de su viaje a Polonia.
El gerente técnico de 34 años de Mariupol, a 113 km (70 millas) de Donetsk, decidió cruzar a Polonia cuando supo que la guerra había comenzado por un colega.
“No tengo ningún sentimiento aparte de que estoy muy asustado”, comentó Bazhanov en el paso fronterizo peatonal, a unos 400 kilómetros de Varsovia. “Visitaré a mi padre en España, pero no tengo dinero y no sé cómo lo haré”.
Las fuerzas rusas invadieron Ucrania por tierra, aire y mar el jueves después de que el presidente Vladimir Putin autorizó lo que llamó una operación militar especial en el este.
El cruce de Medyka es utilizado principalmente por personas que van de compras al otro lado de la frontera o viajan por trabajo.
Las filas para ingresar a la ciudad fronteriza polaca crecieron durante la mañana. Algunas personas comentaron que temían que Rusia pudiera penetrar mucho en Ucrania.
“Todos pensaban que el oeste de Ucrania era seguro porque estaba cerca de las naciones de la UE y la OTAN”, dijo Maria Palys, de 44 años, que viajaba con su familia y la de su hermano. “Parece que no es la protección adecuada”.
Rusia exigió el fin de la expansión hacia el este de la OTAN y Putin reiteró su posición de que la membresía de Ucrania en la alianza militar liderada por Estados Unidos sería inaceptable.
Putin declaró que había autorizado una acción militar después de que a Rusia no le quedó más remedio que defenderse de lo que dijo que eran amenazas de la Ucrania moderna, un estado democrático de 44 millones de habitantes.
La noticia de la invasión impulsó a Olga Pavlusik y su novio Bohdan Begey a correr hacia la frontera, dejando a su perro en casa en su ciudad en el oeste de Ucrania. No tienen ningún destino en mente. “Cualquier lugar seguro estará bien”, dijo a Reuters.
