Escala la situación en Taiwán luego de que la líder demócrata Nancy Pelosi recapitulara y decida finalmente visitar la isla. Sería la primera presidente de la Cámara en visitarla desde 1997.
Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos están moviendo activos, incluidos barcos portaaviones y aviones de guerra al estrecho de Taiwán luego de que la presidente de la Cámara de Diputados, Nancy Pelosi, confirmara que efectivamente visitará Taipei este jueves.
La líder demócrata, desesperada por evocar una imagen de fortaleza internacional de cara a las elecciones legislativas de noviembre, dañada profundamente por los fracasos de Biden en Afganistán y Ucrania, anunció la semana pasada que este martes visitaría la isla de Taiwán.
El Partido Comunista Chino inmediatamente movilizó sus buques de guerra al Estrecho, y comenzó simulacros donde ensayan una invasión de la isla con municiones reales. El diario estatal Global Times dijo en una editorial que si Pelosi pisaba Taiwán, el Ejército rojo lanzaría la “tan ansiada unificación del territorio chino”.
Esto llevó a que Pelosi cancelara la visita. En una publicación oficial de su viaje a Asia, su equipo de prensa informó que visitaría Singapur, Malasia Corea del Sur y Japón, pero no hubo mención de Taiwán, confirmando que habían eliminado el polémico destino de la lista.
Los medios repitieron al unísono que esta fue una de las mayores derrotas diplomáticas de la historia de Estados Unidos. Desde Fox News hasta CNN criticaron la cobardía de Pelosi. La idea que comenzó como un intento de mostrar fortaleza de cara a las elecciones de noviembre se convirtió rápidamente en una claudicación ante China.
Es por eso que en la tarde de este lunes, el equipo de prensa de Pelosi ahora dijo que la líder demócrata visitara Taiwán el martes por la noche. Estará por ver si la presidente de la Cámara tiene la valentía de hacerlo, aunque sin el respaldo claro de una Casa Blanca fuerte, la visita podría generar mayores problemas para los taiwaneses que soluciones.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo tras la confirmación que “sería una gran interferencia en los asuntos internos de China” si Pelosi visita Taiwán, y advirtió que conduciría a “acontecimientos y consecuencias muy graves“.
“Nos gustaría decirle a Estados Unidos una vez más que China está a la espera, que el Ejército Popular de Liberación de China nunca se quedará de brazos cruzados y que China dará respuestas resueltas y fuertes contramedidas para defender su soberanía e integridad territorial“, aseveró Zhao.
Analistas internacionales no descartan una invasión de China, aprovechando la histórica oportunidad de debilidad de Estados Unidos. Más allá del control de Hong Kong, la expansión fronteriza contra India y el genocidio uigur en el norte, el mayor objetivo geopolítico de China es Taiwán.
Tras el golpe de Estado comunista de 1949, las principales autoridades del por entonces gobierno republicano de China, el Kuomintang, se escapó a la isla de Taiwán, y anunció que desde allí mantendría el reclamo por la soberanía de toda la China continental.
Taiwán es el nombre de la isla. El país, en realidad, mantiene que su nombre es la República de China, y defiende su postura hace más de 70 años de ser la verdadera y legítima China, mientras el Partido Comunista usurpa desde entonces al gobierno chino.
El Partido Comunista cree internamente que mientras exista Taiwán, existe la posibilidad de que nazca una rebelión interna republicana en China que resulte en la caída del régimen popular. El dictador Xi Jinping puso como máximo objetivo del Estado Nacional la unificación de China para 2049, cuando se cumplirían 100 años de la llegada del comunismo al poder, pero la CIA anticipa que la invasión sin lugar a dudas se dará esta década.
Estados Unidos defendió enérgicamente la independencia de Taiwán y reconoció su soberanía desde 1949 hasta 1979, año en el que el deplorable presidente Jimmy Carter suscribió a la “Política de Una Sola China” y rompió relaciones diplomáticas con Taipei.
Pero a pesar de la firma de aquél tratado, Estados Unidos nunca dejó de defender extraoficialmente la independencia, y en 2018, el entonces presidente Donald Trump firmó “Taiwan Travel Act”, a través del cual aprobó la creación de una embajada consular en la isla y habilitó los viajes oficiales al país.
Los demócratas están sobre-actuando apoyo a Taiwán, una causa que históricamente fue defendida por los republicanos, no por los demócratas, en un triste intento por ganar capital político en el plano internacional para tener algo que mostrarle a sus votantes de cara a las próximas elecciones.
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